La vivienda está ubicada en el camí de sa Serra y llevaba tres o cuatro meses ocupada, después de que un delincuente con antecedentes por narcotráfico se colara en el interior y se apropiara de ella.
Los dueños intentaron razonar con él para que saliera por las buenas, sin denuncias en la Policía Local o en la Guardia Civil, pero el individuo se negó a salir alegando que se había separado y no tenía dónde vivir.
Poco después, entró en la propiedad un segundo okupa, amigo del primero. El domingo por la noche la casa quedó envuelta en llamas y acudieron bomberos, policías y una ambulancia, que al parecer atendió a uno de los dos okupas.
El primer intruso denunciado había estado en prisión tras ser sorprendido en el aeropuerto de Barajas con droga. Ingresó en la cárcel de Alcalá Meco y después, cuando quedó libre, se trasladó a Mallorca. Ahora, las fuerzas de seguridad investigan cómo se produjo el incendio en la casa de Campos.
