Imagen pixelada de los dos arrestados, que circula por las redes sociales con las caras descubiertas. | Redacción Digital

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Los policías locales que acudieron al aviso de un vecino por el supuesto maltrato hasta la muerte del gato Grisito, en un suceso ocurrido el pasado agosto en Manacor, han cuestionado en el juzgado que instruye el caso la versión de los tres jóvenes investigados de que fuera atropellado por un vehículo.

Los tres jóvenes investigados han prestado declaración ante el Juzgado de Instrucción número 3 y han relatado, a preguntas de sus defensas, que el gato murió atropellado por un vehículo, han informado fuentes jurídicas.

La instrucción deriva de la detención de dos jóvenes el pasado 8 de agosto por un presunto delito de maltrato animal, por atar a un gato, sacarle un ojo con los dedos y matarlo, según relató entonces la Policía Nacional.

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Los agentes que acudieron a la llamada de un vecino han relatado en el juzgado que los dos jóvenes les dijeron primero que los agresores habían sido otros y posteriormente que había sido un atropello, pero no detallaron una descripción del coche. Los policías han descrito que el gato tenía un ojo colgando, una lesión que no habían visto en un accidente.

El abogado de la Asociación Nacional de Animales con Derecho y Libertad (Anadel), Jorge Piedrafita, que ejerce una de las acusaciones populares en el caso del gato que los vecinos llamaban Grisito, ha señalado que las lesiones que sufrió el animal son compatibles con un delito de maltrato animal premeditado.

Ha declarado que prevé pedir la máxima pena posible por unos hechos que ha calificado de «graves y execrables».