El CNP, al frente de la investigación de los hechos. | Redacción Sucesos

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Una mujer, vecina de la barriada de Gomila, denunció en la madrugada de este pasado lunes haber sido víctima de una violación.

En torno a las 02.10 horas, agentes del Cuerpo Nacional de Policía fueron requeridos por sus compañeros de Policía Local para que se hicieran cargo de una presunta agresión sexual. Al entrevistarse con la víctima, la mujer –que se encontraba muy alterada y nerviosa– declaró a los policías actuantes que, unos minutos antes, había bajado de su domicilio a la calle y se encontró con dos hombres de color a los cuales conoce del barrio.

Es más, la agredida facilitó una completa descripción física de ambos y el apodo de uno de ellos.

Tras consumir droga juntos, uno de ellos comenzó a manosearla. Acto seguido, recuerda que se bajó los pantalones y la penetró manteniendo relaciones sexuales completas en la vía pública. En su declaración inicial también puntualiza la víctima que uno de los dos hombres que la violaron le inyectó algo en el brazo, sin poder precisar el contenido del líquido.

Los policías recomendaron a la mujer que acudiera al hospital de Son Espases para someterse a un examen facultativo en profundidad e interponer la correspondiente denuncia. Una vez en el centro médico, la mujer se negó a ser atendida. Declinó también formalizar la denuncia a la policía. Alegó que tenía miedo de sus presuntos agresores.