La Policía Nacional investigó los hechos e imputó al sospechoso tras comprobar lo ocurrido. | Alejandro Sepúlveda

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Le pidió el móvil a una compañera de trabajo con la excusa de cambiar unos precios a unos productos en la tienda de electrodomésticos de Palma donde ambos trabajaban. Una vez que la mujer se lo prestó se marchó a un de los aseos del establecimiento.

Allí descubrió que había vídeos de su compañera manteniendo relaciones sexuales con su novio y se los envió a su propio móvil a través de WhatsApp. La perjudicada se percató de lo ocurrido y denunció los hechos, que tuvieron lugar en octubre de 2019.

El hombre, de nacionalidad española, había incurrido en un presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos. La Fiscalía solicita para él una pena de tres años de prisión, 3.600 euros de multa y que indemnice a la perjudicada en otros 2.000 los daños morales ocasionados. El juicio se celebrará a principios del año que viene en una sala de lo Penal de Vía Alemania.

Precios

Tal y como relata el ministerio público en su escrito de acusación, el imputado y la perjudicada eran compañeros de trabajo. La mañana del 10 de octubre del pasado año el joven le pidió a la chica su móvil para poder modificar desde el terminal el precio de unos productos de la tienda. Esa era la excusa. Con el teléfono en la mano se marchó a uno de los baños de la tienda del establecimiento y allí comprobó que su compañera se había grabado vídeos sexuales con su novio. Esas imágenes acabaron en el WhatsApp del imputado. La Fiscalía sostiene de que no hay constancia de que esos vídeos se reenviaran a terceras personas.

La perjudicada se dio cuenta de lo ocurrido y denunció a su compañero ante la Policía Nacional. Asimismo la chica comprobó que el móvil tenía la pantalla fracturada, desperfecto que se produjo mientras su compañero estuvo metido en el aseo con su teléfono.