La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación. | Policía Nacional

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La Policía Nacional ha detenido en Madrid a un hombre por agredir sexualmente a su hija de 17 años durante tres años, narcotizándola para que no fuera consciente de lo que le hacía, y que en la última ocasión simuló que la menor había sido secuestrada y le pedían un rescate.

Según ha informado este miércoles la Jefatura Superior de Policía de Madrid, el arrestado, con antecedentes por maltrato en el ámbito familiar, ha ingresado en prisión. Su pareja y madre de la víctima fue detenida porque era conocedora de la situación y no lo denunció, aunque quedó en libertad con cargos ya que tenía miedo de su pareja.

Con su arresto se pone fin a tres años de agresiones del padre a su hija, quien no era consciente de las mismas porque la narcotizaba, de manera que al pasar el efecto de los medicamentos no recordaba lo ocurrido y por eso no denunció los hechos, detallan fuentes policiales.

Pero en la última ocasión el hombre hizo un corte profundo en la muñeca a la menor, por lo que, para evitar sospechas, tuvo que inventarse que la joven había sido secuestrada por alguien que le estaba mandando fotos de ella desnuda y atada, y le pedía mil euros.

La investigación comenzó el pasado 14 de octubre cuando una joven, a través de una llamada al 091, alertó de que se estaba produciendo un asalto en el domicilio donde viven su hermana y sus padres en el distrito madrileño de Carabanchel.

La joven explicó a las autoridades que su padre había recibido unos vídeos de su hermana, de 17 años, en los que la menor aparecía desnuda y amordazada y en los que se pedía un rescate de mil euros por su liberación.

Los policías se trasladaron a la residencia donde se estaban produciendo los hechos y encontraron a la menor tumbada sobre una cama, desorientada y con un profundo corte en la mano.

La joven relató que había sido atacada por la espalda por un varón que portada un cuchillo, que le tapó la cabeza y maniató tras un forcejeo. Luego la obligó a desnudarse para ser fotografiada y grabada en vídeo pidiendo ayuda a sus padres y exigiéndoles dinero.

Además, añadió que el atacante robó de la vivienda un móvil, un portátil, una tablet, dinero en efectivo y una tarjeta de crédito.

Los investigadores, tras comprobar el testimonio de la menor y realizar las indagaciones pertinentes, descubrieron que el autor de los hechos era su padre.

Fuentes policiales han precisado a Efe que el padre de la víctima señaló como posible agresor a otro hombre, asegurando que se trataba de un varón que iba en silla de ruedas pero que luego le había visto andar, lo que no convenció a los investigadores.

Además, constataron que se trataba de un ciudadano boliviano de 42 años que tenía antecedentes por malos tratos en el ámbito familiar.

Así le detuvieron y registraron el taller en el que trabajaba, en el que encontraron un móvil que contenía los vídeos de contenido sexual de su hija y dinero en efectivo.

En su domicilio hallaron el teléfono y el resto de objetos que supuestamente habían robado a la menor, y los elementos empleados en el secuestro, como bridas, cintas de carrocero, cuerdas, sustancias farmacológicas y material de almacenamiento informático.

Estos descubrimientos permitieron a los agentes determinar que las agresiones sexuales contra la menor se habían producido en otras ocasiones y que la madre de la joven era conocedora de esta situación, por lo que procedieron a su detención, aunque fue puesta en libertad con cargos.

La mujer, también boliviana de 43 años, no había denunciado por miedo al agresor, que la maltrataba.

Actualmente la investigación continúa abierta a la espera del análisis forense sobre el material informático incautado, lo que permitirá determinar el posible uso de las filmaciones detectadas.