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Una niña de 12 años que acudió al hospital clínico infantil de la república rusa de Buriatia con una bola de pelos en el estómago tuvo que ser sometida a una cirugía para retirarle el tricobezoar, una acumulación de pelos consumidos por una persona o un animal, y poner así fin a sus dolencias.

En efecto, según publica la institución médica a través de su cuenta en Instagram, que publica también una foto, la menor sufría dolor abdominal, vómitos y pérdida de apetito. Así, acudió al hospital y allí los médicos le realizaron un análisis por endoscopía, encontrando una obstrucción del tracto digestivo que comenzaba en la parte inferior del esófago.

La operación fue todo un éxito y la paciente, ya dada de alta, se recupera de la extracción del cuerpo extraño, que medía al menos 15 centímetros largo.

Según detalla la misma información, los médicos que efectuaron la intervención aseguran que nunca se había encontrado con un tricobezoar de semejantes proporciones en toda su carrera profesional.