Las sospechas de que el responsable sea un agente, ya que son los únicos autorizados a acceder al lugar donde la droga permanecía custodiada.

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Un kilo de cocaína custodiada en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Sant Feliu de Guíxols (Girona) ha desaparecido de las dependencias policiales, por lo que se ha abierto una investigación interna para aclarar los hechos y encontrar al responsable.

El caso se conoció el pasado mes de octubre, cuando se echó en falta la droga, según ha informado una portavoz del cuerpo, aunque ésta se había aprehendido dos meses antes, en agosto.

Aunque los Mossos únicamente confirman la apertura de la investigación interna, fuentes relacionadas con la misma explican que el paquete con la cocaína llegó a la comisaría después de que un extranjero se presentase en dependencias de la Policía Local y lo entregase diciendo que se lo había encontrado en la playa.

De allí pasó a custodiarse en la comisaría de la que ha desaparecido, donde, a finales de octubre, responsables de la Unidad de Investigación realizaron una comprobación rutinaria en previsión de un inminente requerimiento para la destrucción de la droga, valorada en unos 36.000 euros.

Tras ver que no estaba en su sitio, se realizó hace una semana una inspección por parte de la unidad canina por si se encontraba indicio alguno que señalara dónde estuvo la cocaína, aunque sin éxito.

Las sospechas de que el responsable sea un agente, ya que son los únicos autorizados a acceder al lugar donde la droga permanecía custodiada, ha generado malestar entre los integrantes del cuerpo.

Ese depósito, conocido como búnker, cuenta con cerradura y sirve para guardar desde sustancias estupefacientes intevenidas en operativos antes de su destrucción como objetos de valor o armas.

La desaparición se puso de inmediato en manos de la División de Asuntos Internos de los Mossos y en conocimiento del juzgado de instrucción de guardia número 2 de Sant Feliu de Guíxols, que decretó el secreto de la causa.

Los investigadores toman declaración a agentes de la comisaría y llevan a cabo otras pesquisas, aunque fuentes del caso subrayan la dificultad de la tarea por haber muchos agentes con acceso a las llaves del búnker.

El caso llega después del destapado en Santa Coloma de Farners, también en la provincia de Girona, donde hay tres Mossos investigados por su presunta implicación en una trama de tráfico de marihuana.