Policías nacionales esta semana en Son Banya, buscando al nieto de ‘La Paca’ que consiguió escapar.

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«¡Me secuestran!». El nieto de ‘La Paca’ utilizó esta artimaña para amotinar a Son Banya cuando la policía lo estaba deteniendo, el pasado domingo. ‘El Nano’ ingresó este viernes en prisión tras cinco días oculto en el poblado. El Grupo de Homicidios, con todo, no ha cerrado la investigación: busca a otros quince residentes que intervinieron en la emboscada a los cuatro agentes.

El domingo por la tarde una patrulla policial que circulaba por las inmediaciones del gueto gitano detectó a un nieto de ‘La Paca’ con búsquedas judiciales, y que en un primer momento se identificó como ‘El Chenchito’. En realidad era su hermano, ‘El Nano’. El joven se resistió a que lo introdujeran en el coche y empezó a gritar: «Me pegan, me secuestran». Luego se revolvió con violencia, mientras vecinos de las chabolas salían a la calle, alertado por los alaridos.

Ochenta vecinos

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En unos segundos, hasta ochenta residentes se concentraron en la explanada, en la entrada del poblado. Algunos empezaron a increpar a la policía y un grupo de quince se lanzó contra ellos. Les golpearon e incluso les mordieron, y consiguieron que ‘El Nano’ se liberara y huyera al laberinto de chabolas. En cuanto llegaron los refuerzos de la Jefatura, la multitud se dispersó.

A partir de ese momento, el Grupo de Homicidios se hizo cargo de la investigación y puso en marcha una serie de «pesquisas inteligentes», destinadas a ahogar el narcotráfico del poblado con una única intención: Que entregaran a ‘El Nano’. Se quería evitar, a toda costa, una operación policial contundente, para evitar posibles heridos, y lo cierto es que la táctica policial fue un éxito. A los dos días, los narcos suplicaban ya que se abriera el bloqueo. La presión hacia el entorno del nieto de ‘La Paca’ fue en aumento y el jueves la situación se hizo insostenible para él. Tenía antecedentes por conducir sin carnet y también por temas de droga y con las cuatro requisitorias que acumulaba sabía que su destino sería la cárcel. La policía, sin embargo, no negoció. El ‘alcalde’ y el ‘presidente’ de Son Banya, así como ‘El Charly’, presidente de la asociación Gao Calo, fueron claves para convencer al chico que no le quedaban más opciones. O se entrega o entraban a por él. Y no sería agradable. Al final, sólo puso una condición para entregarse: «Vale, que la policía venga a las seis a por mi, pero quiero que esté mi abogado conmigo».

‘El Nano’, tras huir de los agentes, siempre estuvo oculto en el poblado

No se movió de su feudo. Durante estos días de cerco del poblado, no se hizo público si ‘El Nano’ estuvo siempre allí, acogido en alguna chabola de su clan, o si consiguió salir. Ayer trascendió que el nieto de ‘La Paca’ no tuvo oportunidad de escapar debido al implacable cerco del Grupo de Homicidios y de las patrullas que apoyaron el dispositivo. El jueves decidió por fin entregarse.