El acusado, ayer, a su llegada a la Audiencia.

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«¡Ánimo, vamos, ánimo!». Un joven que iba a ser juzgado por agredir sexualmente a una amiga ebria en una fiesta en un piso de Palma, en 2019, fue recibido este lunes entre gritos de apoyo por un grupo de familiares a las puertas de la Audiencia Provincial.

El acusado se declaró culpable en el juicio celebrado en la Sección Segunda y aceptó una condena de cinco años de prisión. Tendrá que indemnizar a la víctima con 50.000 euros por los daños morales ocasionados.

Prohibición

A preguntas de la fiscal, el procesado aseguró que está «arrepentido» de lo que hizo. El hombre, que se encuentra en prisión desde que fue detenido, no podrá comunicarse ni acercarse a la víctima por un tiempo de 16 años.

Los hechos juzgados este lunes tuvieron lugar sobre las 7.00 horas del 23 de febrero del año pasado. El procesado estaba en un domicilio con un grupo de amigos tras pasar la noche en una discoteca. La perjudicada, que no se encontraba bien, acudió al baño a vomitar y el joven la siguió. La sujetó aprovechando su estado de embriaguez y, a pesar de su negativa y de los reiterados intentos de zafarse, le bajó los pantalones y la penetró anal y vaginalmente.

La Fiscalía reclamaba al inicio del proceso judicial una condena de nueve años de cárcel por un delito de agresión sexual con penetración, pero ayer rebajó su petición a cinco años por abuso sexual tras llegar a un acuerdo con la defensa del acusado, ejercida por el abogado Miguel Ángel Ordinas.

Alcohol

La representante del ministerio público considera al joven autor de un delito de abuso sexual sobre una persona inconsciente ya que la mujer había consumido grandes cantidades de alcohol.

La fiscal realizó, entonces, una serie de preguntas este lunes en el juicio para sellar la conformidad. El chico reconoció que aquella noche estuvo de fiesta con unos amigos en una celebrada discoteca y que acabaron en un domicilio de Palma. Allí siguió a la mujer hasta el cuarto de baño, le bajó los pantalones y la forzó.