El condenado, la pasada semana durante el juicio. | Guillermo Esteban

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El hombre que violó varias veces a una yegua y su potra en el Port d’Alcúdia ha sido condenado a dos años de cárcel. El acusado indemnizará a la propietaria de los caballos con 968 euros por las gastos del veterinario. La jueza lo inhabilita para cualquier oficio relacionado con el ejercicio, el trabajo, el comercio y la posesión de animales durante los próximos seis años.

El juicio se celebró la semana pasada en el juzgado de lo Penal 1. El hombre aceptó la pena de dos años de prisión por dos delitos de maltrato animal, uno de ellos continuado. La acusación popular, ejercida por la Asociación Balear de Abogados por los Derechos de los Animales (ABADA), reclamó tres meses más de prisión por la gravedad de los hechos, que causaron un gran sufrimiento a ambos equinos.

La jueza resuelve que no procede imponer al agresor la condena de dos años y tres meses de cárcel por dos delitos de maltrato animal continuado. Uno de los episodios, el de la potra, se produjo una sola vez y los otros, con la yegua, ocurrieron en al menos tres ocasiones. «El acusado se conformó con la pena en su máxima extensión, pero hipotéticamente podría habérsele impuesto la mínima de 7 meses y 16 días lo que permite vislumbrar salvaguardada la proporción punitiva en atención al daño real causado». La magistrada tiene en cuenta la grave adicción del hombre al consumo de alcohol.

Los hechos se remontan al 1 de enero de 2018. El agresor acudió hasta la finca de Son Martí y accedió a las cuadras. Cogió un palo de madera y lo introdujo en la zona genital de la potra ‘Ketama’, de siete meses, que se encontraba en el interior del establo sin poder moverse prácticamente. El hombre le causó graves lesiones, cortes, desgarros y hematomas. El animal sufre secuelas psicológicas y siente miedo ante cualquier golpe.

La dueña de los caballos, defendida por el abogado Diego Marín, decidió instalar cámaras de seguridad en las cuadras ante las lesiones y la sospecha de la conducta extraña que presentaba la potra. Dos meses después, los días 11, 16 y 23 de marzo, el acusado regresó al establo y agredió sexualmente a la yegua ‘Chillines’, de 14 años. El hombre ató al animal para que no se pudiera mover y también le introdujo objetos punzantes que le causaron una serie de lesiones.

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil detuvieron al agresor en abril del año pasado. El hombre aseguró ante la jueza de Instrucción 2 de Inca que no se acordaba de nada y quedó en libertad acusado de dos delitos de maltrato animal.

La dueña de los caballos, Soledad Pérez, explicó a este diario que montaron varias guardias en la finca para intentar sorprender al agresor, pero no lo consiguieron e instaló cámaras con sensor de movimiento.

«Algunos días, al llegar a la finca, nos encontrábamos sillas o botellas dentro de la cuadra, pero no sabíamos lo que estaba pasando. Este hombre nos tenía vigilados. Cuando había caballos en las cuadras no atacaba, pero cuando estaban la yegua o la potra entraba por la noche», contó Antoni Amer, propietario de la finca.

«No queremos facilitar las imágenes de este hombre porque está casado y tiene un hijo. Su familia no tiene ninguna culpa de lo que haga, pero es terrible», añadió.