Los dos acusados durante el juicio. | Guillermo Esteban

TW

A George Foreman sus seguidores lo apodaban ‘Big George’ por su gran tamaño (1,92 metros) y por sus hazañas en el ring. George Francis, un nigeriano de 39 años que fue juzgado este viernes en la Audiencia de Palma, tiene una corpulencia similar a la del excampeón de los pesos pesados, pero a él sus ‘amigas’ lo llamaban de otra manera: ‘Conguito Plata’. Por su color de piel y porque supuestamente les daba dinero a cambio de sexo. Las niñas eran menores que se fugaban de centros de acogida para mantener los encuentros con el africano entre 2018 y 2019. «Tengo un guiri con dinero», comentó a una amiga una de ellas.

El acusado aseguró que creía que eran mayores de edad. ‘Conguito Plata’, como lo tenía guardado una de ellas en su móvil, negó haber realizado cualquier clase de pago a cambio de relaciones. Una de las víctimas le envió una fotocopia de un DNI falso para convencerle de que era mayor. «Reconozco que debería haber comprobado si eran menores, pero no tenía manera de hacerlo», explicó el acusado, que ha consignado 5.000 euros para indemnizar a las víctimas en el caso de que lo condenen.

La Fiscalía pide nueve años de prisión para el hombre por delitos de corrupción de menores y abuso sexual a menor de 16 años con acceso carnal. El ministerio público sostiene que el procesado contactaba con las chicas sabiendo que eran menores y les proponía mantener sexo en hoteles.

Los testimonios de la mayoría de las chicas coinciden en que ‘Conguito Plata’ les daba dinero, pero no siempre a cambio de sexo. Algunas de las jóvenes admitieron que mantuvieron relaciones con el acusado a cambio de dinero y drogas. Una de ellas contó que el hombre le daba dinero en efectivo y que cuando estaban juntos consumían cocaína, éxtasis y marihuana. Otra testigo que declaró a través de videoconferencia relató que mantuvo relaciones sexuales con el nigeriano en hoteles y que no recibió nada a cambio. «Nunca me he visto forzada a hacer algo que no quería», afirmó.

Dos trabajadores de un hotel de Magaluf al que acudía George Francis confirmaron que daba propinas de 20 y 50 euros a los empleados. «Era un cliente muy bueno y simpático que caía bien a todo el mundo». Una camarera de piso vio a dos chicas salir de la habitación del acusado y se sorprendió. Esa noche no durmió. «Un hombre que no hablaba ni español, con dos niñas... la historia no me cuadró». Francis, como ‘Conguito Plata’, fue detenido en octubre de 2019 en compañía de una menor.

Humillaciones

George Francis fue juzgado junto a Felipe García, español de 64 años, al que le gustaba hacer de esclavo. Le gustaba que las menores le quemaran con cera. Que le apagaran la ceniza en la boca. Que le pegaran collejas. Que le pisotearan la cara.

Eran sus «amas» y les pagaba por estas prácticas sadomasoquistas o las invitaba a comer y al cine. El acusado, con gafas de sol y peluquín negro, aceptó ayer dos años de cárcel por estos hechos.