Concepción Martín, conocida como la viuda negra de Alicante, el primer día del juicio. | Efe

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La conocida como 'viuda negra de Alicante', Concepción Martín, Conchi, ha sido condenada a 22 años y medio de prisión por asesinar a su marido dos semanas después de la boda.

Según ha informado este viernes el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), a su cuñado y cuidador, Francisco Pérez, se le imponen 20 años de cárcel por participar en los hechos, en una sentencia que puede ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del TSJCV y que llega tras el veredicto por unanimidad de culpabilidad emitido por un jurado popular.

Los hechos ocurrieron la noche del 20 de agosto de 2018 en un aparcamiento al aire libre situado frente al mar, en la ciudad de Alicante, donde los acusados habían citado a la víctima con la excusa de celebrar una cena romántica y echar flores en cierto lugar en memoria de seres queridos de ella.

Según se relata en el fallo, pretendían así «obtener ventaja y facilitad para la ejecución de un plan común de acabar con la vida» del fallecido, José Luis Alonso, un camionero jubilado de 69 años de Cantabria.

El plan impidió que la víctima «pudiera pedir auxilio eficaz, dificultando de este modo sus posibilidades de defensa y procurando al mismo tiempo su propia impunidad».

Cuando el marido llegó a la zona central del recinto, el acusado le atacó por sorpresa y comenzó a agredirlo con un destornillador o un instrumento similar.

A continuación, la acusada se acercó y se unió a la agresión, «sujetando o golpeando a su esposo» mientras el otro acusado continuaba clavándole sucesivas veces el destornillador o instrumento que utilizaba, según la resolución judicial.

La víctima cayó al suelo y falleció por una de las heridas que le afectó a la parte izquierda del cuello.

Los hechos fueron vistos por una agente del Cuerpo Nacional de Policía fuera de servicio que pasaba junto a un amigo por la zona y que se dirigió a la carrera hasta el aparcamiento para interceptar a los agresores.

La Audiencia considera probado que, con la reiteración de los ataques, los procesados causaron voluntariamente al fallecido «un dolor y un sufrimiento que en modo alguno eran necesarios para conseguir el fin último de causarle la muerte».

La sentencia establece que ambos acusados son coautores de un delito de asesinato cualificado doblemente, al mediar alevosía y enseñamiento. En el caso de Conchi, que en un principio trató de engañar a la Policía diciendo que estaba impedida, la pena de prisión es mayor por la agravante de parentesco.

En cambio, el magistrado presidente del tribunal rechaza la aplicación de las agravantes de aprovechamiento de las circunstancias de lugar y tiempo, de abuso de superioridad y de uso de disfraz.

Además de las penas de prisión, los condenados deberán cumplir una medida de libertad vigilada por un tiempo de cinco años e indemnizar conjuntamente a tres hijos del fallecido con un total de 150.000 euros.