Imagen de la salida de un vuelo hacia Palma el pasado viernes desde Madrid, con gran aglomeración de viajeros. Las compañías retoman su actividad tras el parón por el estado de alarma y la acumulación de demandas por la negativa a devolver el importe de billetes anulados. | Cristina Macaya

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Con los juzgados cerrados durante ochenta días, los asuntos registrados en Palma cayeron casi a la mitad con una excepción: las reclamaciones a aerolíneas. Las masivas cancelaciones de vuelos como consecuencia de las limitaciones de movimientos durante el estado de alarma y las dificultades puestas por las aerolíneas para devolver los billetes han disparado, aún más las demandas contra compañías aéreas. Si en el primer semestre de 2019 habían sido 2.400 los asuntos registrados en los juzgados de lo Mercantil de Palma, en los seis primeros meses de 2020 fueron 400 más: 2.800 a pesar de que durante alrededor de un mes no se pudieron registrar nuevos asuntos en los juzgados.

El crecimiento de las reclamaciones a las compañías aéreas ha sido acelerado en los últimos años y pone en serios problemas de funcionamiento a los juzgados de lo Mercantil.

Aerolíneas desaparecidas

Se trata de reclamaciones que los viajeros pueden presentar sin abogado ni procurador y que se resuelven de manera sencilla: en la mayor parte de los casos las compañías o no se personan, se allanan o apenas hacen alegaciones. La mayor parte se refieren a retrasos o anulaciones de vuelos, pérdidas de equipaje o denegaciones de embarque sin justificación.

De hecho, son reclamaciones pequeñas, que no suelen superar los 400 euros salvo pérdidas de equipajes o anulaciones de vuelos oceánicos. Para las compañías dilatar el pago hasta un procedimiento judicial tiene el beneficio de que la mayor parte de los consumidores afectados no llegan a dar ese paso por lo que muchas reclamaciones se quedan en el tintero. Otras, las que no prosperan en los juzgados suelen persentar defectos formales. En el incremento de reclamaciones también se nota la actuación de varios portales web que se dedican a encauzar estas demandas y que facilitan su llegada a los juzgados, aunque suelen ser escritos tipo.

Crisis

La situación se mantiene porque, por el momento, los juzgados de lo Mercantil no han notado de forma importante el impacto de la crisis económica derivada del COVID que se espera que llegue a esta jurisdicción en forma de concursos de acreedores de empresas.

En el resto de jurisdicciones la baja de asuntos es constante. 5.000 menos en los juzgados de Primera Instancia y en torno a 4.000 menos en los de Instrucción. Por el momento no se ha producido un efecto rebote de las causas que se temía en algunos juzgados, sobre todo en los de lo Social ante despidos y reclamaciones derivados del coronavirus. Tampoco se ha dado en Contencioso por reclamaciones contra las sanciones impuestas por el estado de alarma ni en Familia por conflictos en torno a la custodia también derivados del periodo de confinamiento. En agosto se ha producido el parón vacacional habitual de cada año, con juzgados en mínimos a pesar de que fuera hábil.