Imagen de archivo de Cala Bona, en Son Servera, donde está ubicada la vivienda. | Teresa Ayuga

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La Fiscalía pide una condena de dos años de cárcel para un casero por vaciar el piso a unos inquilinos que no pagaron un mes y cambiarles la cerradura. El ministerio público acusa al hombre por un presunto delito de coacciones.

Los hechos que se juzgarán próximamente tuvieron lugar en enero 2019. La pareja vivía de alquiler en una vivienda, situada en la calle Llambies de Cala Bona, en Son Servera, desde marzo de 2018 y pagaba 400 euros al mes.

Acceso

Los denunciantes no abonaron la mensualidad correspondiente a enero del año pasado, según el escrito de la acusación pública, y el dueño del piso aprovechó que se encontraban fuera de Mallorca para acceder sin su permiso. Una vez dentro, sacó todas las pertenencias de los inquilinos y cambió la cerradura para evitar que siguieran viviendo allí.

Un amigo del propietario de la casa, según fuentes de la investigación, acudía de forma habitual a la vivienda para pedir a los inquilinos que pagasen. A finales de enero de 2019, al no tener noticias de los arrendatarios, se presentó en el edificio y abrió un vecino de la pareja. El chico explicó que los moradores se trasladaban a Jerez y abandonaban la vivienda. El acusado, de 46 años y nacionalidad española, decidió que era el momento de acceder a la casa para retirar los enseres y guardarlos en su garaje.

El padre de uno de los inquilinos explicó al procesado que se encontraban en Jerez, sin trabajo, con problemas de drogadicción y aseguró que no volverían a Mallorca. El perjudicado, sin embargo, ofreció una versión completamente distinta en su denuncia. El hombre relató que estaba de vacaciones en Jerez cuando recibió un mensaje a través de Facebook de un vecino que le informaba que en el piso había gente viviendo. Al día siguiente, el dueño de la casa se puso en contacto telefónico con su padre para comentarle que la vivienda ya había sido alquilada y que había guardado las pertenencias de su hijo en un garaje.

El denunciante, que declaró que llevaba viviendo allí desde marzo de 2018 sin contrato pero con el consentimiento del dueño, pidió explicaciones al acusado y este le comentó que le había «quitado la casa» porque debía el mes de enero.

La pareja vivía en el piso desde marzo de 2018

La pareja vivía en la casa de Cala Bona desde marzo de 2018 y no pagó la mensualidad de enero del año pasado. Cuando el propietario del piso decidió cambiar la cerradura ese mes, uno de los inquilinos contactó con él antes de denunciar y le dijo que las cosas no se hacían así.

El denunciante reconoció que tan solo debía el mes de enero y que tiene todos los recibos del año 2018.