«Un hombre búlgaro o rumano, con coleta de pelo blanco, mucha barriga y piernas delgadas. Iba con una gorra, vestía camisa abierta, pantalón de tela y a veces se aloja en el centro de acogida Ca l’Ardiaca». Es la descripción que una mujer discapacitada, de 51 años, facilitó a la Policía Nacional tras supuestamente ser violada en una chabola de sa Riera, frente al cementerio de Palma, el pasado 4 de agosto.
Los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) recogieron la denuncia, localizaron al hombre tres días después y lo arrestaron por un presunto delito de agresión sexual.
La víctima, que tiene una discapacidad del 66 por ciento, conocía al agresor porque habían coincidido en alguna ocasión en el albergue sa Placeta que acoge a personas sin techo, alcohólicas y con problemas de drogadicción.
El presunto agresor la acompañó hasta unas casetas azules con barras y le obligó a beber alcohol, según manifestó la mujer ante la Policía Nacional. Una vez allí, le manoseó y la agredió sexualmente. La denunciante acudió ese mismo día al hospital Son Espases, acompañada por la representante legal de sa Placeta, con molestias en la zona genital tras la agresión. Agentes de la UFAM se hicieron cargo de la investigación y el 7 de agosto encontraron al sospechoso y fue detenido. En los últimos meses, los policías han recibido denuncias por abusos sexuales a personas con discapacidad que coinciden con sus agresores en centros de acogida para indigentes, alcohólicos y toxicómanos.
