Los agentes municipales vigilan la concentración de jóvenes en algunas de las playas del municipio. | Redacción Sucesos

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La Policía Local de Calvià ha intensificado la vigilancia durante la noche para que no se agrupen jóvenes en las playas de Magaluf y Palmanova para bailar o practicar botellón y además ha sancionado a cuatro locales en la última semana por distintos incumplimientos de la normativa anti-COVID.

Los agentes han constatado que muchos jóvenes van de fiesta a las playas cercanas a los locales de ocio de la costa de Calvià, por lo que han tenido que actuar y disolver algunos grupos que hacían bullicio o no mantenían la distancia social, sin que estos jóvenes hayan opuesto resistencia, ha detallado el ayuntamiento en un comunicado.

Dada la situación por la pandemia, según el Ajuntament de Calvià, los policías del municipio turístico prestan especial atención durante la noche, a partir de las 2 de la madrugada, para evitar que se agrupen personas.

El consistorio ha recordado que beber en espacios públicos puede suponer una sanción económica por infracción leve que oscila entre los 100 y los 3.000 euros, en virtud del decreto ley que recoge las disposiciones para paliar los efectos de la crisis.

Los agentes también llevan a cabo controles de la hora de cierre de locales de ocio, a las 2 de la madrugada que fija el decreto del Govern.

Este fin de semana se ha levantado un acta a un establecimiento de Palmanova por incumplimiento de horario, ya que a las 2 y media de la madrugada permanecía abierto.

Igual sucedió en un local de ocio de Peguera que continuaba abierto a las 2.46 horas de la madrugada del sábado.

En referencia a los locales de la zona de Ramón de Montcada, en Santa Ponça, en la última semana se ha levantado un acta a un establecimiento donde se permitía bailar y a otro local por motivos de ruido, ya que el establecimiento tenía la música puesta y las puertas abiertas.

Los agentes de Policía Local de Calvià continúan trabajando en el seguimiento de la zona de Punta Ballena y calles aledañas para comprobar que los locales continúan cerrados, como estableció el Govern.

Además hay controles de aforos en los establecimientos y de vigilancia del cumplimiento de las normas de prevención de la COVID-19, del turismo de excesos y de las ordenanzas municipales. La normativa es ampliamente seguida por los negocios de Calvià, pero los agentes han tenido que actuar de manera puntual, según destaca el propio consistorio.

Por otra parte, en la última semana Policía Local de Calvià ha prestado especial atención al uso del campo de fútbol municipal de Son Caliu, donde se juntaban jóvenes del municipio que quedaban para ir a jugar sin contar con el permiso pertinente. Avisados los jugadores de que no estaba permitido, se ha mantenido la vigilancia y el campo no se ha vuelto a utilizar fuera de horario.