Momento en el que agentes de la Policía Nacional detienen a miembros de una de las principales redes de tráfico de personas. | Policía Nacional

TW
36

Agentes de la Policía Nacional han desmantelado una organización criminal que se dedicaba a trasladar inmigrantes en pateras desde el norte de África. La operación policial se ha cobrado 28 detenidos, uno de ellos un hombre arrestado en Ibiza. Según informaron a Periódico de Ibiza y Formentera fuentes de la investigación, el detenido formaba parte del "núcleo fuerte" de la banda y se encargaba de tareas de captación.

La banda operaba entre Marruecos y las Islas Canarias y se investiga si están detrás o planeaban realizar operaciones dirigidas a las Islas Baleares.

Imagen del detenido en Ibiza. Créditos: Policía Nacional.

Según fuentes policiales, se les considera los responsables de organizar 20 pateras y se calcula que la organización criminal habría obtenido beneficios superiores a los 350.000 euros. La operación policial ha permitido abortar la salida de ocho pateras, una de ellas con 34 migrantes a bordo y dispuesta para salir de forma inminente. Las actuaciones, en las que han participado más de 150 agentes, se han llevado a cabo en Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife, El Hierro, Ibiza, Castellón y Calatayud.

Con la investigación policial, que ha contado con la colaboración de EUROPOL, se ha evitado que más de 200 migrantes pusieran en riesgo su vida al tratar de llegar a las Islas Canarias en embarcaciones no aptas para la navegación por el Océano Atlántico, al no reunir los requisitos mínimos para soportar condiciones severas de viento y de oleaje.

De este modo, estas embarcaciones suponen un evidente riesgo para la vida e integridad física de las personas que viajan en ellas debido, principalmente, a los siguientes factores: las inadecuadas características de este tipo de embarcaciones (con motores con potencia insuficiente para realizar la travesía o, en algunos casos, con combustible insuficiente); el elevado número de personas transportadas que, en ocasiones, provoca sobrecarga y hacinamiento (a veces se triplica el peso que puede transportar la embarcación); el desconocimiento de un mínimo de habilidades para mantenerse a flote en el océano en caso de caída; el riesgo de insolaciones e hipotermias; o la inexistencia a bordo de la nave de los elementos básicos e imprescindibles de seguridad para los ocupantes de la embarcación.

Organización criminal con estructura a ambos lados del océano
La organización criminal investigada se caracterizaba por un alto nivel de sofisticación y profesionalización y, en ocasiones, el responsable de la navegación ofrecía a los traficados que, en medio de la travesía, eligieran la isla de llegada. Existían miembros a ambos lados del océano, por un lado en Marruecos, donde planificaban los viajes y captaban a los migrantes, encargándose de su alojamiento y traslado hasta el punto de salida de la embarcación, lugar donde aprovechaban la corriente de un río para partir en dirección a Canarias. Los miembros de la organización no dudaban en emplear la violencia contra los migrantes en caso de que no obedecieran sus indicaciones.

En las Islas Canarias se encontraba asentada la otra rama de la organización criminal, permanentemente enlazada con su homóloga en Marruecos. La actividad desarrollada por sus integrantes pasaba desapercibida al encontrarse perfectamente integrados socialmente. Entre sus actividades, se encontraba la organización de los viajes, la captación de los traficados y la venta de coordenadas para que las embarcaciones pudieran navegar hacia lugares situados en Canarias, sin ser detectadas por los distintos operadores de salvamento y seguridad.

Veinte pateras organizadas con dirección a Canarias
Esta organización criminal logró introducir en nuestro país más de 180 migrantes a bordo de siete pateras, viéndose obligada a abortar otros cinco intentos de salida debido al mal estado del océano o a deficiencias estructurales que impedían la flotabilidad de las embarcaciones. Ocho embarcaciones dispuestas para salir han sido neutralizadas gracias a la actuación realizada por la Policía Nacional.

A la llegada de las pateras, miembros de la organización criminal afincados en el archipiélago canario se encargaban de recoger a los migrantes a pie de playa y trasladarles hasta ubicaciones seguras, como paso intermedio hasta su destino final. En ocasiones, estos migrantes conocían de antemano que a su llegada iban a ser explotados laboralmente.
Una de las características de esta organización criminal era la optimización de los recursos materiales para maximizar sus beneficios: las pateras llegaban con los migrantes a bordo a las Islas Canarias y, una vez en tierra, lejos de dejarlas abandonadas, el patrón regresaba con ellas a Marruecos para reutilizarlas en un nuevo viaje.

Más de 350.000 euros de beneficios
Los traficados, de nacionalidad marroquí, pagaban entre 1.000 y 2.000 euros por adelantado para viajar en este tipo de embarcaciones, con escasa flotabilidad y sin chalecos salvavidas. Se calcula que la organización habría obtenido beneficios superiores a los 350.000 euros.

Esta operación ha finalizado con cinco entradas y registros en domicilios situados en Fuerteventura, Tenerife y Castellón, donde se han intervenido 5.630 euros en efectivo, 17 terminales telefónicos, material informático y diversa documentación relacionada con la investigación.

Las 28 personas han sido detenidas en Fuerteventura (12), Lanzarote (6), Tenerife (4), Castellón (3), Gran Canaria (1), Ibiza (1) y Calatayud (1) como presuntos autores de delitos de pertenencia a organización criminal y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Cinco de ellos han ingresado en prisión.