Familiares y allegados piden justicia para Naia en la entrada de La Salle, en 2019. | Alejandro Sepúlveda

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La encargada del comedor de alérgicos de La Salle se desvinculó, el pasado jueves, de la muerte de la pequeña Naia. La niña, de 4 años, falleció el 24 de mayo de 2019 por una reacción alérgica tras tomar un sándwich de helado de nata que contenía proteína de leche de vaca.

La trabajadora del colegio aseguró ante el juez de Instrucción 7 de Palma, que se encarga del caso, que sabía que la menor podía morir si ingería ese tipo de alimento. La mujer relató que una monitora le pidió el postre para la niña y que ella no se lo entregó.

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Dos testigos, sin embargo, manifestaron en su día que vieron cómo la responsable del comedor entregaba el sándwich a la monitora. La auxiliar de enfermería que atendió a Naia también acudió el jueves a declarar y contó que no le puso adrenalina tras sufrir el shock anafiláctico porque la menor no llevaba ninguna inyección en la mochila.

La investigación por la muerte de la niña de La Salle, a cuyos padres representan los abogados Daniel Castro y Manuel Ponce, continúa abierta. La encargada del comedor, una monitora y la auxiliar de enfemería están imputadas por homicidio imprudente.