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La Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón de J. y M ha condenado «cualquier acción como la denunciada» en relación con el exprior y párroco de Sant Sebastià por presuntos abusos, y ha manifestado su solidaridad con las posibles víctimas, a quienes ofrece su asistencia.

«Manifestando por adelantado el crédito personal que nos merece nuestro hermano y recordando su derecho constitucional a la presunción de inocencia, este Instituto religioso hace pública su decidida intención de colaborar con la Administración de Justicia civil y canónica a fin del esclarecimiento de los hechos, acatando siempre las decisiones que se tomen al respecto», ha manifestado en un comunicado.

El Obispado de Mallorca apartó cautelarmente el lunes pasado de sus cargos pastorales al misionero de los Sagrados Corazones y párroco de Sant Sebastià y Ramon Llull de Palma, Gaspar Alemany, por un presunto delito de los tipificados en el «Delicta Graviora» (sobre los delitos más graves) de la Santa Sede, sin precisar cuál era ese delito, pero expresando su voluntad de «seguir con la línea de protección a los menores y a los más débiles».

Además, el Obispado inició una investigación previa, a la vez que apartaba temporalmente al religioso de sus cargos pastorales, como medida cautelar.