Captura de imagen del vídeo.

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El Juzgado de Instrucción número 12 de Palma ha citado como investigado, por un delito de desobediencia, al hombre que grabó el vídeo viral de la Policía Nacional entrando en un piso, a raíz de una llamada de una vecina que aseguraba que se estaba celebrando una fiesta durante la fase 0 de la desescalada.

El Juzgado ha admitido a trámite una denuncia del sindicato policial Jupol y ha fijado en septiembre la declaración del hombre como investigado. También se cita en septiembre a los testigos y en julio al denunciante, un representante de Jupol.

La magistrada Victoria Pelufo considera que de los hechos relatados en la denuncia podría desprenderse un posible delito de desobediencia a la autoridad, pero no entra en otros delitos que planteaba Jupol en su escrito (injurias y calumnias con publicidad y delito contra la intimidad)

El secretario provincial de Jupol en Baleares, Chechu Enrique, ha expresado la satisfacción del sindicato por el inicio de las diligencias.

Los hechos recogidos en el polémico vídeo tuvieron lugar el 9 de mayo, cuando Mallorca estaba en la fase 0 del plan de desescalada. Los agentes se personaron en el domicilio por la llamada de una vecina que aseguraba que se estaba celebrando una fiesta, con varias personas que no residían allí.

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Los agentes y el hombre denunciado ofrecen versiones contradictorias de cómo se produjo la entrada en el piso.

Jupol asegura en su denuncia que otra persona que se identificó como residente en el piso autorizó a los agentes a entrar. En la vivienda estaba el ahora investigado, que grabó lo que ocurría con su móvil y conminó a los agentes a marcharse.

El hombre rechazó identificarse ni dejar de grabar porque defendía que estaba en su derecho. Argumentó que no tenían una orden judicial, y negaba que se les hubiera dado permiso para entrar, por lo que en el vídeo les acusa de haber entrado «por la fuerza». En las imágenes, el hombre dice que llevados meses viviendo en el piso, mientras que los policías mantienen que no es su casa.

Jupol sostiene que la actuación de los agentes se ajustó «plenamente» a la ley. La denuncia también ataca la publicación del vídeo en Internet, destacando que en las imágenes aparece el rostro y cuerpo de los agentes, «permitiendo que éstos sean fácilmente identificados, comprometiendo de este modo gravemente la intimidad de los policías implicados».

Además, afirman que el vídeo suscitó «todo tipo de debates y comentarios», algunos de ellos «calumniosos e injuriosos para la imagen del Cuerpo Nacional de Policía».