Momento en que la policía sube a la terraza al hombre que intentaba escapar. | Policía Nacional

TW
4

Jesús, Borja y Toni nunca olvidarán la actuación que tuvieron que realizar en un piso okupa ubicado en la calle Antoni Frontera de Palma.

«Faltaban unos minutos para acabar el turno y ya nos dirigíamos a nuestra base cuando escuchamos por la emisora una llamada que informaba de unas amenazas y agresión de varias personas con arma blanca en un conocido edificio ocupado. La central del 091 envió un zeta, pero nosotros decidimos acercarnos en apoyo de los compañeros porque conocemos el lugar y la problemática de los residentes del lugar», apunta Borja, el inspector de los Rayos (Unidad Motorizada de la Policía Nacional).

A su llegada, los requirentes manifestaron que el agresor había llegado muy alterado porque le habían robado su teléfono móvil y había agredido a dos personas, al parecer, una de ellas con unas tijeras. Además, varios testigos apuntaban que el sospechoso llevaba un destornillador.

«La situación era muy tensa porque mientras el autor estaba intentando apuñalar a sus compañeros de piso, les amenazaba de muerte, presentando ambos heridas leves, uno en la mano y otro en el abdomen», señala unos de los agentes actuantes. Los policías se introdujeron en el edificio y observaron por el hueco de la escalera al supuesto agresor, en el tercer piso, esgrimiendo un destornillador. «En ese momento tratamos, sin éxito, de que el hombre depusiera su actitud ya que en todo momento nos decía que tendríamos que subir a buscarlo, mientras seguía subiendo escaleras hasta que alcanzó la azotea del edificio», señala Jesús, uno de los policías de la Unidad de Rayos.

Noticias relacionadas

En ese momento, solicitaron refuerzos y con la ayuda de escudos, lograron acceder a la terraza. «Una vez allí arriba, el panorama era terrible. Nos encontramos al hombre –de 1,80 y unos 85 kilos– colgado de la cornisa a una altura aproximada de una quinta planta. Es decir, entre 15 y 20 metros de altura. Justo en ese momento, intentamos hablar con él para que no saltara, pero hizo caso omiso y se dejó caer. En ese instante, apoyado en un pequeño murete cogimos literalmente al vuelo al delincuente», comenta, visiblemente emocionado Jesús, protagonista de esta historia. Sus compañeros corrieron en su ayuda. El hombre en todo momento oponía una gran resisentencia. De hecho, intentaba arrastrar a los policías para que cayeran con él al vacío.

«Finalmente, entre todos conseguimos sacar fuerzas de flaqueza y poner a salvo al ahora detenido», concluyen los funcionarios policiales. El hombre fue detenido, pero los policías lograron salvarle la vida.

Conflictivo edificio ocupado donde se registran muchas peleas

Los vecinos de s’Escorxador de Palma y, más concretamente los de la calle Antoni Frontera, padecen desde hace tiempo la problemática que genera un conflictivo edificio ocupado. Peleas, riñas, agresiones con armas blancas, olores, ruidos y acumulación de basura están a la orden del día.

Los policías reconocen que han tenido que intervenir en varias ocasiones por las disputas de los indigentes y toxicómanos que residen en su interior.