El agente Toni, el inspector Borja y el agente Jesús participaron en el caso. | Ultima Hora

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Agentes de la Policía Nacional han detenido la madrugada de este lunes a un hombre de 58 años de edad como presunto autor de un delito de amenazas graves, en el que habría usado unas tijeras y un destornillador.

A las 22.20 horas de este domingo, se comisiona un indicativo a través de la Sala CIMACC del 091, para que acuda a una finca situada en el barrio de Arxiduc de Palma, tras haber recibido una llamada en la que comunicaban que se estaban produciendo unas agresiones entre varias personas y que una llevaba un cuchillo.

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A la llegada al lugar los agentes se percatan que se trata de un edificio ocupado por diversas personas, el grupo asegura que el agresor había llegado muy alterado porque le habían robado su teléfono móvil y había agredido a dos personas, al parecer a una de ellas con unas tijeras, y que además lo habían visto esgrimiendo un destornillador.

Las víctimas informan a los agentes que mientras el presunto autor les intentaba apuñalar, les amenazaba de muerte, presentando ambos heridas leves, uno en la mano y otro en el abdomen

Los policías se introducen en el edificio, pudiendo observar por el hueco de la escalera al supuesto agresor, en el tercer piso, esgrimiendo un destornillador por lo que los agentes intentan que deponga su actitud, sin conseguirlo ya que éste les dijo que tendrían que subir a buscarlo, mientras seguía subiendo las escaleras y se introducía en la azotea.

Los agentes acceden a la azotea y encuentran al hombre colgado de la cornisa, agarrado de la misma con las manos y apoyando los pies en un pequeño saliente de la pared, ante esta situación los policías proceden a agarrarlo fuertemente de los brazos para evitar su caída.

El hombre en todo momento opone resistencia a la ayuda proporcionada por los agentes, haciendo aspavientos y una gran fuerza para intentar soltarse, llegando incluso a retirar el apoyo de los pies para quedar colgado. En un momento dado llega a coger a uno de los policías de la muñeca, tirando fuertemente de él, por lo que el agente tiene que hacer un gran esfuerzo y ser ayudado por los demás policías para no precipitarse al vacío, logrando poner a salvo al supuesto agresor pasado unos minutos.

Los policías efectúan un cacheo al presunto autor localizando dentro de su bandolera unas tijeras y proceden finalmente a su detención.