Dos agentes hablan con una usuaria del autobús de Son Roca. | Alejandro Sepúlveda

TW
6

Son los grandes olvidados de esta crisis sanitaria, a pesar del esfuerzo titánico que están realizando para colaborar con la Policía Nacional y el Ejército en Palma. La Policía Local se ha volcado para intentar cazar a los infractores que se saltan el estado de alarma y salen a la calle sin un motivo justificado.

Periodistas de Ultima Hora vivimos una jornada de patrulla con los uniformados del cuartel de San Fernando. Desde que estalló la crisis sanitaria, en el 092 no hay días libres ni vacaciones. Todos los agentes tienen que estar disponibles para la batalla contra la COVID-19. Los turnos son estancos y los policías, en el cuartel, evitan las aglomeraciones para no caer contagiados. Y eso que de momento hay 69 afectados por el virus, con tres hospitalizados y dos en la UCI.

Las tareas de policías de barrio, las ordenanzas municipales y el control de tráfico han pasado a un segundo plano. Todos los esfuerzos se centran en combatir la pandemia. Y la picaresca, que siempre asoma en momentos críticos. Los autobuses de la EMT son uno de los objetivos de los policías municipales, que tienen constancia de que algunos usuarios los utilizan como ‘tapadera’. Los cogen al inicio de su trayecto y no se bajan hasta que no ha acabado el recorrido. Un paseíto en tiempos de confinamiento, con vistas a la ciudad.

Noticias relacionadas

Buses

Los autobuses van casi vacíos. En uno de ellos localizan a un individuo, que asegura que viene del PAC de la Escola Graduada por una alergia. Vive en s’Arenal. En la parada de la Plaza de España, llega el número 8 -el de Son Roca- y se baja una señora. Quedan dos en el interior. «¿Pueden explicarnos a dónde van?», les preguntan los funcionarios. La respuesta de ellas, confirmada con papeles, les salvan de la sanción. Un chaval que está al final del vehículo no tiene tanta suerte: «Voy a ver a mi novia a Son Forteza». El policía suspira: «¿Te han multado más veces estos días?». «Sí, los militares», contesta el chico, que reside en la zona de Son Roca.

Hay noticias en el cuartel de San Fernando de una serie de veteranos que se saltan el confinamiento casi a diario, simulando que tienen que coger el bus por motivos de salud. El día del reportaje, sin embargo, no es interceptado ninguno de ellos.

Pero el despliegue de la Policía Local de Palma no se limita a las vigilancias en la EMT. Ni mucho menos. Los agentes realizan controles diarios, con un promedio de 29 cada 24 horas. Cerca de 470 personas son identificadas cada día en Ciutat y se controlan 668 vehículos de media en una jornada. Igualmente, en un día se levantan cerca de cien actas por infracciones al estado de alarma. El día sigue con un control doble en la Costa des Gas, en Avenidas. Un conductor parado se busca la cartera: «Soy médico, pero justamente no puedo probarlo».