Ultima Hora ha contactado con algunos de los vecinos del poblado gitano, que quieren mantenerse en el anonimato: «Ya saben que aquí no está bien visto que se cuenten cosas de lo que pasa dentro». La omertà funciona a medias, porque son algunos de los residentes los que quieren que se difunda su mensaje: «Que por aquí no venga ningún drogadicto porque no los queremos. Hay familias y niños y de momento no tenemos a ningún contagiado por el virus. Queremos que todo siga igual». En este sentido, quisieron matizar una información que publicamos en este diario sobre un gran despliegue policial para sacar a una vecina que tenía síntomas compatibles con el coronavirus: «Es cierto que vino mucha policía, pero queremos dejar claro que ha dado negativo en el test. No está enferma del virus».
Para asegurarse de que el poblado sigue, supuestamente, libre de toda mancha sanitaria algunos residentes se han organizado y patrullan el perímetro, incluso por las noches. La idea es que no llegue ningún toxicómano. O más bien que no entren enfermos potenciales.
Los controles de la Policía Nacional, la Policía Local e incluso del Ejército son continuos en los alrededores de Son Banya (en especial en el Coll den Rabassa, la autopista y la zona del aeropuerto), lo que contribuye a aislar todavía más el asentamiento gitano.
Sin droga
La llegada de la pandemia ha dibujado una realidad desconocida en aquellas chabolas, desde donde llevan más de cuarenta años vendiendo de forma ininterrumpida cocaína, heroína, hachís, marihuana y pastillas. Ahora la actividad ilícita, tan lucrativa antes, está completamente paralizada y el pánico se ha extendido entre muchos vendedores. «Ni ellos quieren tener contacto ahora con los politoxicómanos que visitaban antes cada semana el poblado. Están muy asustados de contraer la enfermedad», refiere una fuente policial. Los principales narcos han emigrado a otras zonas palmesanas más productivas. Y seguras. A la espera de que pase la tormenta y puedan volver a vender el otro virus: las papelinas.
6 comentarios
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Yo tengo otra teoría, el producto se vende en otro lado como método de pre inauguración. Ahora ELLOS no dejan entrar a nadie, ni a la policia. Nada de control. Con esta excusa están vaciando los zulos del dinero. Quedaban 4 familias. Recordemos que se están por ir. Cuando se acabe la pandemia se retirarán sin escándalos. El trabajo está hecho. Ni los GEOS serían capaces de pararlos y sancionarlos.
Ya saben todos donde ir, y conocemos a qué barrios...
Pues yo también propongo cerrar mi barrio y ser los vecinos los que patruyemos las calles para que no venga nadie de otros barrios a los supera de aquí, que tampoco hay ningún infectado. No es justo, que nos devuelvan más libertades, que es un virus muy flojo y con cabeza se puede hacer casi cualquier cosa...
En éstos momentos el vírus es la criatura más poderosa de la Tierra. Donde está el Dios que nos prometió dominar la Tierra y a todas las criaturas que en élla habíten.
Hasta el 40 de mayo que no se te acerque un payo.
A estos ciudadanos la policía no se atreve a multarles y obligarles estar dentro de casa no? Favoritismos