Vídeo de la inspección del búnker de la calle Manacor, en La Soledat. | POLICÍA NACIONAL

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A prueba de bombas. El búnker del clan de El Pablo que escondía 2.000 plantas de marihuana y que fue desmantelado el jueves por la noche en La Soledat, tal y como adelantó ayer en primicia Ultima Hora, contaba con puertas blindadas y paredes reforzadas y era un auténtico refugio antiaéreo. La colaboración ciudadana permitió localizar el enclave.

El Grupo de Estupefacientes había recibido informaciones en los últimos días que delimitaban mucho la ubicación del búnker, cuya localización se había convertido en una prioridad para los investigadores. La finca sospechosa, de grandes dimensiones, estaba situada en la calle Manacor y el jueves, a las 20.30 horas, un golpe de suerte sonrió a los agentes.

Uno de los secuaces del clan de La Soledat se introdujo en el refugio con las llaves maestras que abrían aquellas puertas blindadas. Era todo o nada. Los policías nacionales, en colaboración con la Policía Local, esperaron pacientemente a que el hombre saliera.

Caminando deprisa

El tipo salió poco después y con paso rápido se dirigió a un piso franco de la organización, a cincuenta metros. Nunca llegó. Los funcionario lo placaron y entre sus ropas, además de las llaves del refugio, le encontraron casi un kilo de droga. Era el preludio de lo que iba a acontecer.

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En efecto, la entrada al almacén dejó a los policías boquiabiertos: 200 metros cuadrados de tecnología de última generación para que las plantas de marihuana crecieran sanas y fuertes. En las instalaciones hallaron 2.000 plantas, de las cuales más de 500 tenían un tamaño de tres metros de altura, y decenas de kilos de ‘maría’ preparados para su venta. Un paraíso para el menudeo.

La Policía Nacional estima que con el golpe asestado al clan de El Pablo se ha desabastecido a dos decenas de puntos de venta de marihuana de la ciudad. Además, le han arrebato a sus narcos su búnker insignia. Su acorazado Bismarck. Un refugio con paredes reforzadas y puertas de máxima seguridad. Hasta las entradas secundarias estaban tapiadas para dificultar una eventual aparición policial. De poco les sirvió. El descuido del ‘portero’ de la banda les ha salido caro.

La operación se salda de momento con un detenido

De momento, los investigadores del Grupo de Estupefacientes solo han detenido a un hombre de 40 años, el mismo que portaba las llaves del búnker y el kilo de droga.

De cualquier manera, las pesquisas siguen abiertas y hay constancia de que muchos otros miembros de la banda participaban en el cuidado de la gran plantación. Se trata del enésimo golpe de la policía al histórico clan de El Pablo, en La Soledat.