Dos agentes del CNP tuvieron que intervenir por un incidente con un paciente en Son Espases.

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Las medidas de restricción y confinamiento impuestas por el Gobierno a los ciudadanos se han convertido en una auténtica pesadilla para los consumidores de droga. De hecho, en los últimos días, los cuerpos policiales han interceptado a numerosos clientes acudiendo a los diferentes puntos de venta de la capital balear.

Fuentes policiales a las que ha tenido acceso Ultima Hora confirman que ante los numerosos controles existentes en la entrada del poblado de Son Banya los compradores han decidido -en su gran mayoría- buscar puntos de venta alternativos. Por ese motivo, desde que se implantaron las medidas de confinamiento, la venta de droga se ha disparado en la barriada de La Soledad. Por ese motivo, la Policía Nacional ha intensificado su presencia en la zona levantando numerosas actas por desobediencia e incluso procediendo a la detención de algunos clientes reincidentes. Se trata de compradores habituales de Son Banya que por miedo a ser interceptados por la policía han decidido comprar en La Soledat. El último de ellos se produjo el pasado sábado, en torno a las 20.30 horas. Un hombre, de unos 40 años, iba caminando por la calle y cuando detectó la presencia policial aceleró el paso. Cuando los agentes le dieron el alto, éste no tuvo ningún reparo en confesar que estaba desesperado y que iba a comprar droga. Tras levantarle una sanción por desobediencia le dejaron marchar. Unos minutos más tarde, la misma patrulla se encontró de nuevo al mismo sujeto en la calle Reyes Católicos. El sospechoso, al ver a los agentes se dio a la fuga. Tras una intensa persecución, los policía consiguieron interceptar al hombre y proceder a su arresto. Al cachear al detenido se incautaron de varias dosis de cocaína.

Otro de los arrestados de la jornada de este domingo fue un conductor de 32 años que se dio a la fuga con un vehículo a gran velocidad cuando los funcionarios policiales le dieron el alto en un control ubicado en la calle Aragón.

Los agentes tuvieron que perseguirle hasta que finalmente lo interceptaron. El conductor se introdujo en el garaje de su casa y cerró la puerta. Durante la persecución, el sujeto se saltó todos los semáforos en rojo y circuló varias veces en contra dirección. Al final, confesó los hechos y reconoció que se había asustado. Otro de los detenidos se produjo en un control rutinario frente al poblado de Son Banya. Al detectar a las patrullas, el hombre se dio a la fuga rumbo a Son Ferriol. A unos 400 metros del lugar fue interceptado. El varón arrojó una tasa de alcohol de 0.65 y se procedió a su arresto por un presunto delito contra la seguridad vial y un acta por desobediencia.

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Hospital

Por otra parte, la Policía Nacional tuvo que acudir en auxilio del personal sanitario de Son Espases porque un paciente al que le estaban haciendo la prueba de la COVID-19 se puso nervioso y se quería marchar del hospital. Los agentes, provistos de trajes especiales, lograron calmar al ciudadano.

La Guardia Civil realiza controles en las autopistas de Inca, Palmanova y Llucmajor

Policía Nacional, Guardia Civil y las diferentes policías locales han incrementado este pasado fin de semana los controles devigilancia a la salida de las ciudades para evitar los desplazamientos a las segundas residencias. La Guardia Civil activó el sábado tres macro controles en las autopistas de Palmanova, Inca y Llucmajor. Del mismo modo, a primera hora de ayer domingo, la Benemérita escoltó un convoy formado por tres camiones que transportaban material sanitario desde la terminal de Son Sant Joan a Son Espases.