El imputado, en una sala de lo Penal de Vía Alemania de Palma. | Redacción Sucesos

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Actuó en dos ocasiones en apenas diez días en locales de Palma. Primero en una conocida cafetería de la calle San Nicolás y más tarde en un concurrido bar del Passeig Marítim el pasado año. Por ello ha sido condenado a cuatro años de prisión que se sustituyen por otros tantos de tratamiento de deshabituación de las drogas. El acusado reconoció los hechos ante la juez.

En el robo de San Nicolás le acompañó una mujer, que el día de la vista se encontraba indispuesta y será juzgado próximamente. Los dos atracos tuvieron lugar de madrugada en septiembre y octubre de 2019. Los dos acusados se dirigieron a una cafetería y fracturaron la puerta de cristal y una vez dentro se hicieron con un cajetín de la máquina registradora con algo más de 1.100 euros. El día 1 de octubre el procesado, esta vez solo, acudió a bar del Marítim. Rompió la puerta de entrada y se apoderó de una máquina de cambio de monedas, valorada en más de 10.000 euros, que contenía en su interior 2.000 euros. Al marchar lanzó el dispositivo al mar. Dos semanas después, el día 15, ambos fueron detenidos, permaneciendo desde entonces el varón entre rejas. Además de las respectivas penas de prisión que pedía la Fiscalía, cinco años para el hombre, también solicitaba que indemnizaran a los perjudicados. En el primer caso en 1.517 euros y en el segundo en casi 16.000.

El procesado, que actuó bajo los efectos de las drogas, defendido por el abogado Gonzalo Reta, aceptó la permuta de la condena por la realización de un curso para intentar abandonar su adicción a la drogas. Además tendrá que abonar 17.500 euros por los daños causados en los dos asaltos.