La Policía Nacional se hizo cargo de la investigación de lo sucedido. | Alejandro Sepúlveda

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Un empleado ha sido condenado a un año y cuatro meses de cárcel por robar 12.665 euros en material de su empresa de Palma. El acusado, de 32 años, deberá indemnizar a la entidad con 1.711 euros por el material que no ha sido recuperado.

El juez recoge en la sentencia que el hombre, aprovechando que era trabajador de la empresa de construcción, fontanería y climatización, se apoderó de diverso material entre los meses de septiembre de 2018 y junio de 2019.

El procesado se llevaba aparatos de aire acondicionado, grifería y material de fontanería y los guardaban en el trastero de su domicilio. El hombre, con la colaboración de su pareja, puso los efectos a la venta en la aplicación Wallapop.

El material sustraído fue tasado en 12.665 euros, pero la empresa, que factura 18 millones de euros al año, ha recuperado una parte valorada en 10.425 euros.

El acusado admitió en el juicio que robó determinados productos para luego venderlos y negó que su pareja estuviera al corriente de estos hechos, que han sido considerados como un delito continuado de hurto.

El empleado explicó que se vio en esa situación por necesidad, ya que no llegaba a fin de mes y tiene una hija pequeña. La mujer dijo que pensaba que el material lo había comprado su pareja con el descuento que tenía como trabajador.

Para el juez, «es posible» que la mujer pensara que los objetos habían sido adquiridos legalmente por su pareja con el descuento de trabajador. El fallo tumba la tesis de la acusación particular de que todo lo que falta en el stock ha sido hurtado por el acusado después de que la empresa denunciante reconoce descuadres en el almacén y hurtos en la zona de autoservicio.

La pareja del trabajador ha quedado absuelta

La pareja del empleado ha sido absuelta. El juez sostiene que la mujer no sabía que el hombre los había robado en la empresa en la que trabajaba.

La acusada, no obstante, reconoció que participaba en la venta de los objetos. Quedaba con los compradores de Wallapop cuando su pareja no podía.