Jaime Durán, en primer plano, y Javier, dos de los afectados, ayer en una cervecería de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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Jaime Durán sufrió un accidente de tráfico hace siete años y quedó minusválido. «Tuve que vender mi casa porque no la podía adaptar para ir en silla de ruedas», explica en una cervecería de Palma. Compró un solar en Son Peretó y contactó con una constructora de casas modulares a través de Internet en 2016 y le dijeron que no se preocupara por nada. «Estaba desesperado por que me hicieran una casa rápido y esta gente me prometió que en cinco o seis meses la tendría. Todo eran facilidades».

El hombre entregó 219.000 euros en cinco pagos al matrimonio que llevaba la empresa y a su socio. «Si quería que siguieran con la obra me pidieron 15.000 euros más y empecé a ver cosas raras», recuerda Durán, uno de las 14 víctimas por la presunta estafa millonaria de casas modulares en Mallorca. Lo único que pusieron fue el hormigón de la piscina y los cimientos mal hechos. El 13 de septiembre de 2018 denunció. «Me siento frustrado porque me he quedado sin un duro», lamenta. «Me puse a llorar delante del socio y les dije que por favor me hicieran la casa».

Conejillo de indias

Javier y su mujer vendieron su casa para comprarse otra. Pagaron casi 20.000 euros al constructor detenido por una vivienda en Marratxí en 2017. «Yo no quería ser el conejillo de indias y les pregunté si habían hecho alguna casa y me dijeron que sí». El perjudicado les pidió para ir visitarla, pero nunca se la enseñaron. La comercial y un arquitecto «desaparecieron» de la constructora al cabo de poco tiempo y había que subsanar una serie de deficiencias. El matrimonio presentó a Javier al nuevo socio, que se encargaría de su «proyecto».

«Cuando teníamos una reunión siempre presumían de las mariscadas y cenas que se habían pegado y nuestros proyectos no avanzaban», cuenta Javier. «Mi mujer y yo lo hablábamos. Nos parecía grosero y pensábamos que se gastaban nuestro dinero en sus fiestas». El perjudicado acudió a la nave de Binissalem donde supuestamente fabricaban los materiales y no encontraron nada en el interior. El hombre denunció ante la Guardia Civil el 18 de julio de 2018 tras sospechar que se trataba de una estafa.

La Policía Judicial de Algaida detuvo al matrimonio y a su socio el pasado miércoles y el juez los dejó en libertad al día siguiente sin ningún tipo de medida cautelar. «Me parece sorprendente la decisión de la fiscal y del juez. Los responsables de la promotora Lujo Casa y Mallorca Investment fueron a prisión provisional y aquí los dejan libres sin medidas. Es muy preocupante».