El arresto fue practicado por agentes de la Guardia Civil de Tráfico.

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Un agente de la Policía Local de Llucmajor, fuera de servicio, consiguió detener a una conductora que quintuplicaba la tasa de alcoholemia y que estaba poniendo en riesgo la vida del resto de conductores.

Los hechos sucieron el pasado sábado cuando el funcionario policial circulaba por Can Pastilla. En un momento dado, se percató de la presencia de un turismo de color negro haciendo eses e invadiendo el carril contrario.

Tras realizar un seguimiento a una distancia prudencial y de seguridad, al llegar a la rotonda flotante del Molinar, el agente consiguió que la conductora detuviera su vehículo.

En ese instante, el agente se identificó como policía local, entabló un breve diálogo con la protagonista. Bastaron unos segundos para comprobar que la mujer desprendía un fuerte olor a alcohol.

Previamente, la sospechosa había realizado una conducción temeraria provocando que numerosos vehículos que circulaban por la autopista de Llucmajor se vieran obligados a frenar bruscamente para evitar una colisión.

El polícía llamó a la Guardia Civil y una patrulla acudió al lugar. La conductora dio 1.20 en la alcoholemia y se procedió a su detención.