Bomberos de Mallorca, durante la extinción del fuego.

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Drama en Vilafranca. Un niño de cinco años murió este sábado y su bisabuela y tres bomberos resultaron intoxicados tras incendiarse la vivienda familiar. La Policía Judicial de la Guardia Civil investiga las causas del siniestro, que se inició en la cocina.

La casa, de dos alturas, está ubicada en el número 36 de la calle Sant Josep. Poco antes de las diez de la mañana, el pequeño estaba con su bisabuela, de avanzada edad, cuando se declaró el incendio. Parece ser que la anciana estaba en esos momentos en la cochería y el niño escapó al piso superior y se refugió junto a una cama de una habitación. Las llamas se propagaron rápidamente y la mujer no pudo llegar hasta el pequeño, que quedó atrapado. Los servicios de emergencia fueron alertados y hasta esa dirección se desplazaron policías locales, médicos, ambulancias, quince bomberos de Mallorca y guardias civiles.

Parada cardiorrespiratoria

Cuando los equipos de emergencia consiguieron llegar hasta el menor, estaba en parada cardiorrespiratoria. Su bisabuela también había sufrido intoxicación por inhalación de humo y tres bomberos, que se adentraron en la casa en llamas para salvar al niño, también resultaron con dificultades respiratorias y tuvieron que ser evacuados al hospital de Manacor.

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Durante más de una hora, los médicos trataron desesperadamente de reanimar al niño, que no reaccionaba. A pie de calle se iban acumulando vecinos, muy afectados por lo ocurrido, y se vivieron momentos dramáticos cuando se confirmó el fallecimiento.

Los padres del menor estaban de viaje en Madrid y fueron informados telefónicamente de la tragedia. Tomaron el primer vuelo disponible para Palma destrozados por el dolor. La familia es muy conocida y apreciada en Vilafranca, según explicó el alcalde, Monserrat Rosselló, que añadió que todo el pueblo está consternado. El padre trabaja en la banca, explicaron los vecinos.

El teniente coronel Orantos, jefe accidental de la Comandancia de la Guardia Civil, ordenó a la Policía Judicial una investigación para aclarar el origen del fuego. El mando, además, mantuvo informado al delegado del Gobierno en funciones, Ramón Morey.

El 112 envió a varios psicólogos para atender a los padres del menor y a otros familiares, que estaban en estado de shock. Toda Vilafranca quedó sumida en el dolor.