Momento del juicio celebrado este jueves en la Audiencia de Palma. | Guillermo Esteban

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Un hombre ha aceptado una condena de 10 años de cácel por violar a su hija adolescente tras reencontrarse con ella en Inca en 2017. El acusado, de 41 años, se ha declarado culpable de un delito de abusos sexuales continuados en el juicio que se ha celebrado esta mañana en la Audiencia de Palma. El tribunal de la Sección Segunda le prohíbe aproximarse o comunicarse con su hija durante 20 años. El procesado deberá indemnizar a la víctima con 5.000 euros por los daños morales.

Los hechos tuvieron lugar entre el 14 de agosto y el 3 de septiembre. La menor no conocía a su padre biológico, que vivía en Cádiz. El hombre, que se encuentra en prisión provisional desde entonces, ha reconocido que viajó a Mallorca para reencontrarse con su hija, de 15 años. «La abuela de la niña se puso en contacto a través de Facebook con una tía mía para que yo la conociera. Estuve veintitantos días hablando por teléfono con mi hija y luego vine a Mallorca», ha explicado el acusado ante las juezas.

El procesado ha relatado que mantuvieron relaciones sexuales en dos ocasiones en una caseta. «La niña me provocaba, me decía que era maricón, que no era un hombre y que no se lo iba a contar a la abuela». El hombre regresó a Cádiz y recibió una llamada de la abuela de la víctima. La Sala ha reproducido la conversación que mantuvieron en la que el sospechoso reconocía que había tenido sexo con la menor.

La abuela de la adolescente ha declarado que su nieta le dijo que quería conocer a su padre. La mujer descubrió lo sucedido cuando vio en su móvil unas fotografías de la menor desnuda que supuestamente iba a enviar a su padre. «Le llamé y le dije que no la había mirado como a una hija. Se puso a llorar y le pedí que me lo contara».

La fiscal ha rebajado su petición de pena de 17 años tras llegar a un acuerdo con la abogada de la defensa, Tania Siquier.