El exjefe de la Policia de Calvià José A. Navarro. Foto: A. S. | Alejandro Sepúlveda

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El juez Enrique Morell ha dictado un auto en el que cierra la parte más antigua de la instrucción en torno al ‘caso Cursach’: la que llevó a la detención de mandos policiales de Calvià en el año 2014, entre ellos del jefe de este cuerpo, José Antonio Navarro y del jefe de la Policía Local de Marratxí, Antonio Ledesema. Los dos fueron detenidos en el inicio de las investigaciones y pasaron varios meses en prisión preventiva.

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Esta es la tercera pieza que Morell concluye de las que le han correspondido del macro sumario y de la que da traslado a la Fiscalía Anticorrupción para que decida si pide abrir juicio y formula acusación contra cinco agentes por delitos de cohecho, prevaricación, extorsión, amenazas, coacciones, tráfico de influencias, uso de información privilegiada, omisión del deber de perseguir delitos y contra la salud pública. El auto incluye hechos como la supuesta entrada de policías en un local para dejar una papelina de cocaína o los negocios que tenían los mandos policiales que ofrecían servicios a locales de ocio como seguros o de gestoría.

El juez señala que «el hecho de que los propios agentes de la autoridad se ofrezcan a prestar determinados servicios implica ‘per se’ un acto de intimidación o en su caso de extorsión, pues dificilmente un empresario a quien le sugieren la conveniencia u oportunidad de contratar va a poder escoger libremente si acepta».
El escrito incluye también a dos empresarios que habrían recibido un trato de favor por parte de los policias a cambio de entregas de dinero periódicas a los agentes.