Alrededor de 30 guardias civiles, además del personal de la Entidad Metropolitana de Tratamiento de Residuos, trabajan desde primera hora de la mañana de este jueves en la búsqueda del cuerpo de Marta Calvo en el vertedero de Dos Aguas. | Kai Försterling

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Alrededor de 30 guardias civiles, además del personal de la Entidad Metropolitana de Tratamiento de Residuos, trabajan junto a perros adiestrados desde primera hora de la mañana de este jueves en la búsqueda del cuerpo de Marta Calvo en el vertedero del municipio valenciano de Dos Aguas.

Estas pesquisas policiales tiene su origen en el relato del autor confeso de la desaparición de esta joven de 25 años, Jorge Ignacio P., de 38, que declaró haber descuartizado a la víctima en la localidad de Manuel y arrojado los restos a varios contenedores de basura.
Fuentes de la investigación han explicado que, además de este registro en Dos Aguas, cerca de 150 agentes de la Guardia Civil y la Unidad Militar de Emergencias (UME) continúan rastreando el término municipal de Manuel (donde residía el detenido y se perdió la pista a la joven) y sus alrededores.

El citado vertedero está ubicado en la localidad del mismo nombre, a unos 70 kilómetros al oeste de la capital valenciana, y es el destino diario de cerca de 1.500 toneladas de residuos urbanos del área metropolitana de Valencia.

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Para la búsqueda del cuerpo de la joven se utilizará maquinaria pesada y otras herramientas manuales con las que descompactar las balas de residuos, además de perros adiestrados en la localización de cadáveres, han informado las mismas fuentes.

Existen precedentes de la búsqueda y hallazgo de cadáveres humanos en estas instalaciones, cuyos restos no fueron detectados en las plantas de reciclaje por donde previamente pasan los residuos, en este caso las de Quart de Poblet y Manises.
El 4 de junio de 2012, y tras cuatro días de búsqueda en los que se registraron alrededor de 300 balas de basura de más de una tonelada de peso cada una, la policía halló el cuerpo de un niño de 3 años.

Las dos mujeres que estaban a su cuidado mientras la madre trabajaba en Francia declararon que el menor falleció de forma accidental y posteriormente se deshicieron del cadáver y denunciaron su desaparición.