El acusado y autor confeso de los hechos no levantó la mirada en toda la sesión. | Alejandro Sepúlveda

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Carlos Peña se pasó toda la segunda sesión del juicio cabizbajo y con la capucha puesta. La misma que llevaba el día anterior y. Parecía que el tiempo no había pasado. Ni se inmutó tras escuchar una decena de testimonios que relataron ayer ante el jurado cómo sufrió Xue Sandra, su expareja a la que quemó viva en la casa que compartían en Alcúdia en junio de 2016.

El acusado aceptó el lunes 30 años y 8 meses de cárcel por el terrible suceso que conmocionó a la sociedad balear. Este miércoles, se ha modificado la pena pactada inicialmente de 30 años porque han considerado una atenuante de dilaciones indebidas.

Este martes, varios policías locales relataron cómo el imputado no paraba de repetir que había sido él el autor del incendio que acabó con la vida de su exnovia. «Cuando llegamos al lugar no sabíamos que había pasado. Solo que había un incendio pero no conocíamos el origen. De repente Carlos, que estaba allí, no paraba de repetir que era un hijo de puta y que la había quemado él», explicó al jurado un agente.

Esa misma confesión espontánea en la casa la escucharon hasta tres policías locales más. Uno de ellos relató en la sala que ese hecho le hizo atar cabos. «Después de escucharle ya entendí que algo raro había pasado. Casi al mismo momento nos avisaron de que había una chica quemada que se había marchado a casa de sus padres y avisé a mis compañeros que no se fuera ese hombre de ahí», subrayó. Ese mismo agente fue el que se marchó a casa de los padres de la víctima donde encontró a Xue Sandra «desnuda, con un dolor y un miedo indescriptible. A pesar de ello yo no pensaba en ese momento que iba a fallecer», comentó.

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Los peritos de la Guardia Civil citados para declarar ayer explicaron que Xue Sandra salvó la vida del bebé de 22 meses que había tenido con su asesino. «Si no hubiera escapado por la ventana con su hijo, el niño también hubiera fallecido por la inhalación de humo o por las lesiones provocadas por las llamas», apuntaron los beneméritos.

El juicio continuará en la jornada de este miércoles con más periciales, conclusiones e informes.

Treinta años de prisión

El acusado aceptó el lunes, en la primera jornada del juicio, 30 años y 8 meses de prisión por quemar viva a su pareja en Alcúdia en junio de 2016 y provocar quemaduras al hijo de 22 meses de ambos. La condena también incluye una indemnización de casi 200.000 euros para su hijo, los padres de la víctima y los propietarios de la vivienda afectada por el fuego. Carlos Peña dijo ese mismo lunes que «se le fue de las manos, iba con intención de dejarla marcada, no matarla.».