Flako sujeta una camiseta del Real Mallorca.

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Las primeras veces no se olvidan. El primer amor. La primera ruptura. El primer coche. La primera casa. La primera vez que Flako estuvo bajo tierra fue en las Coves del Drach en el 95. Tenía 11 años y jamás había escuchado la palabra butrón ni sabía que su padre era un conocido atracador de bancos.

Con los años descubrió que su talento era robar bancos por las alcantarillas. Hasta que un 26 de agosto de 2013 la Policía Nacional lo detuvo con su banda justo después de dar un golpe en un Bankia de la calle Pilarica, en Madrid. El butronero de Vallecas confesó dos atracos y fue condenado a siete años y medio de cárcel. Cumplió cuatro y escribió su autobiografía: Esa maldita pared (Libros del K.O.), que presentará este miércoles, junto al periodista de Última Hora Guillermo Esteban, a las 19.00 horas en la librería Rata Corner (calle Antoni Marquès, número 34, Palma).

«Decidí empezar a escribir por rabia, por todo lo que se había dicho de mí», cuenta Flako. Su padre fue su maestro, su mentor. «Yo había visto a mi padre ganar muchos millones por las cloacas. Cuando bajé y vi que podía acceder al sótano de cualquier edificio pensé: ‘Esto es una mina sin explotar’».