Los Lobato, durante el juicio. | Alejandro Sepúlveda

TW
32

Diez miembros del grupo criminal conocido como clan de los Lobatos han confesado este lunes ante un tribunal de la Audiencia de Palma que en 2016 y 2017 atracaron 21 empresas y viviendas en Mallorca y han sido condenados por ello a penas que suman 39 años y 9 meses de cárcel.

Las defensas de los encausados han alcanzado un acuerdo con la Fiscalía y la acusación particular para aceptar los cargos que pesaban contra los integrantes de la banda a cambio de reducir la petición de condenas, que inicialmente sumaban 120 años y 9 meses de reclusión.

El acuerdo contempla la exoneración de uno de los acusados y la consideración como mera encubridora de una de las dos mujeres procesadas, mientras que los nueve restantes han sido considerados culpables de integración de grupo criminal y robo.

Dos de los encausados, de los que seis estaban en prisión provisional, han sido condenados por atentar contra guardias civiles y otros dos por tráfico de estupefacientes.

La pena más elevadas ascienden a 6,5 y 6 años de prisión y la menor es de 9 meses. En total, las condenas suman un tercio de lo que originalmente planteaba la Fiscalía.

Noticias relacionadas

Los bienes y el dinero en efectivo que sustrajeron los integrantes del grupo criminal tenían un valor aproximado de unos 230.000 euros.

Según el escrito del fiscal, en uno de sus golpes, en noviembre de 2016, robaron de una casa de Bunyola 40.000 euros en efectivo y joyas valoradas en 30.000 euros.

En febrero de 2017 se apoderaron 54.000 euros de una finca del Camí Vell de Inca, donde los desperfectos tras inutilizar las alarmas de seguridad ascendieron a 1.180 euros.
En julio de ese mismo año, de una casa de Bunyola se llevaron 1.000 euros en efectivo y joyas por valor de 14.340 euros.

Los integrantes del grupo perpetraron en total 21 asaltos a establecimientos comerciales, sedes de empresas y viviendas, todas ellas alejadas de núcleos urbanos en municipios como Bunyola, Santa María, Consell, Sa Pobla, s'Alquería Blanca, Algaida y Pòrtol, entre otros.
La Guardia Civil desarticuló en agosto de 2017 esta banda organizada en una operación denominada Circonia, en la que se llevaron a cabo 12 registros domiciliarios en los municipios de Llucmajor, Inca, Lloret de Vistalegre y en Palma.

Las primeras detenciones se practicaron el 24 de agosto de ese año en el preciso momento en que el grupo criminal se disponía a perpetrar un nuevo robo, esta vez en un chalé próximo a la localidad de Petra.