El acusado, durante el juicio. | Alejandro Sepúlveda

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«No tengo nada que declarar. Soy culpable y he llegado a un acuerdo con mi familia y mis hijos». Un hombre ha aceptado dos años de cárcel por abusos sexuales a su hija menor de edad en su domicilio de Alcúdia a principios de 2017. El tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma ha tenido en cuenta en el juicio celebrado esta mañana que el acusado, de 56 años y origen rumano, actuó bajo la influencia de bebidas alcohólicas, ha indemnizado a la víctima con 5.000 euros y ha confesado los dos delitos de abuso sexual.

Los hechos ocurrieron en febrero de ese año. El hombre propuso a sus dos hijos, un niño y una niña, que durmiesen todos juntos en su habitación . Una vez en la cama, mientras el menor dormía, el acusado realizó tocamientos en los pechos y las nalgas a su hija, que entonces contaba con 15 años de edad. Luego trató de tocarle la zona genital por debajo del pantalón del pijama, pero la víctima le quitó las manos y se dirigió a su cuarto.

La mañana siguiente, sobre las 07.00 horas, el procesado se dirigió a la cama de su hija, se metió dentro, la rodeó con los brazos, le besó el escote y le tocó otra vez los pechos mientras le decía que le iba a enseñar lo que era un hombre. Al intentar separarle las piernas, la adolescente empezó a chillar y a empujarle. Su padre se marchó de la habitación y, horas después, le dijo que no contara nada de lo ocurrido a nadie. El juzgado de Instrucción número 3 de Inca prohibió al acusado acercarse a menos de 100 metros y comunicarse con sus dos hijos.

El acusado ha admitido siete años de prohibición de comunicación y aproximación de la víctima durante siete años y otros cinco de libertad vigilada. El hombre no ingresará en prisión. La abogada defensora ha solicitado la suspensión de la pena y el tribunal no se ha opuesto con la condición de que no cometa ningún delito en los próximos cuatro años y que participe en un programa de educación sexual.