El acusado de maltratar y asesinar a su bebé durante un momento del juicio. | Jesús Prieto

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El joven acusado de maltratar y matar a su bebé de seis meses en Sevilla ha asegurado ante un jurado popular que él trataba a su hijo «con amor y con cariño» y ha defendido que la muerte se debió a que «se atragantó con un biberón», mientras que la madre ha negado que viese agresividad del acusado contra su hijo.

Un jurado popular está enjuiciando desde este martes en la Audiencia Provincial de Sevilla a B. S. R. G., para quien la Fiscalía pide prisión permanente revisable, y a la madre, R. F. G., para la que solicita un año y seis meses por un delito de maltrato en comisión por omisión y otro de abandono de familia.

En su declaración ante el tribunal, el acusado ha decidido no contestar a la fiscal al poco tiempo de comenzar el interrogatorio y, a preguntas de su abogado, ha lamentado que «nadie» de los servicios sociales «se personó en la casa» donde vivía de okupa junto a su pareja, a pesar de que el bebé nació prematuro y con muchos problemas de salud.

En cuanto a los hechos, ocurridos el 12 de junio del 2017, B. S. R. G. ha recordado que el bebé «se atragantó con el primer biberón» y que «al hacerle el boca a boca» vio que «le salía la leche por la nariz y la boca».

También ha negado que golpease a su hijo, a quien llevó «corriendo» al hospital después de que una amiga que vivía con ellos apareciese «por sorpresa» y bajase al bebé por las escaleras mientras él se vestía.

La madre, por su parte, ha destacado que esa amiga «dejó de serlo» tras el suceso porque «decía muchas estupideces» al respecto y en una ocasión, con su abogada presente, le comentó «¿y si se piensan que lo he hecho yo?», en alusión a una posible caída mientras iba con el recién nacido por las escaleras.

R. F. G., quien estaba en casa de su hermana cuando sucedió todo, también ha afirmado que su entonces pareja no era agresivo hacia el hijo y también ha denunciado al hospital donde nació y fue ingresado, el Virgen Macarena, porque «ocultó» que padecía hidrocefalia benigna del lactante y porque un médico «le causó (al bebé) una perforación intestinal».

En esta primera sesión del juicio ha comparecido como testigo el jefe de Homicidios en Sevilla, quien ha señalado que la madre, al ser informada en el hospital de que el bebé tenía un edema en la cabeza, «le dijo al padre que eso no lo tenía cuando ella salió de casa».

También ha asegurado que la pareja «no hacía caso a los profesionales del hospital y entraba en conflicto con otros padres» de recién nacidos prematuros en la unidad de Neonatología y que los vecinos del bloque «dicen que las peleas, las discusiones y los golpes eran constantes».

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el bebé sufrió un traumatismo craneoencefálico severo que le provocó una triple fractura craneal, por lo que ingresó en Urgencias sobre las 15.40 horas del 12 de junio y falleció cinco días después.