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A la cárcel. El juez de guardia ordenó este lunes el ingreso en prisión comunicada y sin fianza para Antonio Silva Azevedo, el portugués de 78 años, acusado de matar a su compañero de piso en la barriada de Son Gotleu.

Según fuentes próximas a la investigación a las que ha tenido acceso Ultima Hora el asesino, nada más apuñalar mortalmente a Elías Espinosa, se dirigió a otra compañera de piso y, visiblemente nervioso, dijo: «Hay que ver lo que me has obligado a hacerte» (en referencia al fallecido).

Investigación

La investigación avanza y de la misma se desprende que varios testigos confesaron haber escuchado una amenazar de forma velada a la víctima unos días antes de perpetrar el crimen. Los investigadores del caso no dan credibilidad alguna a la versión facilitada por el presunto asesino dado que en su relato existen algunas incongruencias y porque, a juicio de los expertos policiales, resulta muy difícil de creer que un hombre de 78 años pudiera repeler la agresión con una botella de una persona mucho más joven y corpulenta con una sola mano.

La versión que sostiene la defensa de Antonio Silva está basada en la defensa propia. Es decir, que él no tenía intención de matar a su compañero de piso, pero que al vertel entrar en la habitación con una botella en la mano se asustó y el acto reflejo fue el de coger unas tijeras que estaban sobre la mesita de noche y clavárselas en el cuello.

Por otra parte, los resultados de la autopsia practicada ayer a la víctima confirma que la muerte se produjo a consecuencia de una única herida profunda -con dos orificios- que alcanzó el lado derecho del cuello de Elías y acabó con su vida. Por consiguiente, queda avalado que las tijeras fueron el arma del crimen.

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Elías Espinosa, ecuatoriano de 51 años, había alquilado el inmueble, ubicado en el primer piso del número 36 de la calle Indalecio Prieto de Son Gotleu, hacía poco más de un año. Por cuestiones económicas, decidió subarrentar algunas habitaciones y así conseguir algún dinero extra para sufragar los gastos del alquiler. Hace aproximadamente unos siete meses, conoció a Antonio Silva y decidieron compartir piso.

Convivencia

Desde el primer momento la convivencia fue dura y las discusiones constantes. El crimen se produjo en torno a las 23.25 horas del pasado viernes. En ese instante, según refleja en el atestado policial presentado ante el juez, Antonio acabó con la vida de su compañero. Elías cayó desplomado al suelo, en medio de un gran charco de sangre. Los gritos alertaron a los vecinos, que llamaron a los equipos de emergencia. Los sanitarios del Servei d’Atenció Mèdica Urgent (SAMU-061) lo encontraron en el piso en estado de parada cardiorespiratoria, con shock hemorrágico. Tras iniciar las primeras manionbras de reanimación consiguieron estabilizarlo y trasladarlo sin demora hasta el hospita de Son Espases, en estado crítico. A las tres de la madrugada del sábado, falleció. Había perdido unos cuatro litros de sangre y estaba degollado.

Las tijeras, arma del crimen

Elías Espinoza murió a consecuencia de una única herida profunda -con dos orificios- ocasionados por unas tijeras. Las mismas, según la autopsia, son el arma del crimen. El presunto asesino, Antonio Silva, cogió las tijeras y le asestó una puñalada en el lado derecho del cuello.

Tras perder cuatro litros de sangre, murió unas horas más tarde en el hospital de Son Espases. El acusado pasó ayer su primer día en la cárcel.