El acusado, durante el juicio. | Pilar Pellicer

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Un hombre que agredió a sus padres en Felanitx e intentó hacerles comer un cuadro de Miró de 11.000 euros ha aceptado 10 años de cárcel en el juicio celebrado este miércoles en la Sección Primera de la Audiencia de Palma.

El acusado, de 52 años, se ha declarado culpable de delitos de quebrantamiento de medida cautelar, allanamiento de morada con violencia, delitos contra la integridad moral, lesiones, amenazas y daños.

El procesado, que tenía problemas con las drogas, era consciente de que tenía una orden de alejamiento de sus progenitores, de 81 y 76 años de edad. Tendrá que indemnizar a las víctimas con 3.000 euros a cada una por los daños morales y 800 por las lesiones causadas. A su madre le pagará 3.480 euros por las secuelas sufridas. Además, deberá abonar el valor del cuadro de Miró que destrozó y la otra obra de Mayol que también destruyó cuyo precio aún no ha sido calculado.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 22.45 horas del 28 de octubre de 2018. El hombre se dirigió al domicilio de sus padres, rompió el marco y el bombín de la puerta y entró en la vivienda, donde presuntamente cogió por el pelo a su padre, lo arrastró por las escaleras y se sentó sobre su abdomen, presionándole el cuello con la rodilla. «Si intentaba decir algo, el acusado le golpeaba en la cara con el puño cerrado», indica el relato del fiscal, que añade que cuando su madre intentó mediar le dio manotazos.

El acusado rompió dos cuadros, uno de ellos un Miró dedicado personalmente a su padre, que dividió en pequeños trozos e intentó obligarle a que se los comiera. «Cómetelo, come tu cuadro de Miró», le decía mientras le pegaba, según recoge el ministerio público. Los daños materiales en la casa han sido tasados en 925 euros, si bien los dos cuadros no han podido ser valorados en instrucción.

El escrito de acusación sostiene que esta situación se prolongó durante tres horas y que en ese tiempo el acusado estuvo agrediendo a sus padres, insultándoles y amenazándoles diciendo que había venido a matarlos y que había pagado 2.000 euros a un sicario. «Soy el puto amo aquí, ahora sabréis lo que es dormir en la calle», les espetó.

La Fiscalía le acusa también de haber amenazado con un cuchillo a su padre pasándoselo por la cara y la mejilla, y de haberles advertido de que iba a quemar la casa y los coches de sus progenitores y su hermano. El fiscal añade en su relato de hechos que el hombre quemó parte de la barba a su padre con un mechero y les arrojó vino por la cabeza, además de escupirles en la cara.

El padre, cuando pudo incorporarse, comenzó a vomitar a causa de los golpes que recibió por parte de su hijo. El procesado exigió a su madre la cartilla del banco y su código PIN, diciéndole que pensaba ir a Son Banya a comprar cocaína. La mujer se lo entregó por miedo.

La acusación pública relata también que el agresor ocasionó numerosos destrozos en la vivienda de sus padres, rompiendo el teléfono, el router, un televisor, un móvil, y arrojando por el suelo la comida de la nevera. Una de las víctimas, al final, consiguió huir de la casa y avisar a la Guardia Civil. El acusado trató de esconderse en la finca cuando llegaron los agentes pero lo interceptaron y detuvieron.

La Fiscalía también reclama para el acusado multas que ascienden a 1.440 euros y una orden de alejamiento de sus padres durante cuatro años.