El acusado ingresó el viernes en la cárcel de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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Juan Prats Reyes, el agresor confeso de su exmujer en Campos, tardó una hora en avisar de que había dejado agonizando a Benita Buñola en el salón de su casa.

Tal y como informamos este sábado, la secuencia quedó grabada porque el cubano de 49 años había instalado una cámara en el comedor. La mujer, de 44 años, llevó a sus hijos al colegio de Campos y después, pasadas las diez de la mañana, acudió a ese domicilio para hablar con Juan.

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Las grabaciones no tienen audio, por lo que no se sabe por qué discutieron, pero lo que ha quedado grabado es que el exmarido la golpeó repetidamente con el puño, en una veintena de ocasiones. Ella queda aturdida y el agresor sale de la estancia. Pero regresa segundos después con un martillo y, aprovechando que la mujer no puede ofrecer mucha resistencia, la golpea una docena de veces. En la cabeza y el pecho. Después sale de la sala y no vuelve a aparecer en la escena. Sin embargo, hasta que sale a la calle y para a una patrulla de la Policía Local de Campos pasa una hora. ¿Qué hizo en esa hora el cubano? Es una de las grandes incógnitas de la investigación.

También ha trascendido que el hijo del encarcelado llegó al piso poco después del intento de asesinato y que su padre le dijo: «Métete en el cuarto, que estoy hablando con Benita». Después, cuando finalmente salió de la casa, le comentó: «Salgo a buscar un médico, que Benita no está bien». El chico ha declarado que no escuchó gritos, por lo que se presupone que cuando el padre le mandó al cuarto la mujer ya agonizaba en la sala. En cualquier caso, la investigación de la Policía Judicial de Manacor continúa abierta y faltan por aclarar algunos datos.