Los hechos ocurrieron en la fiesta del Much de Sineu.

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Los dos mallorquines que incumplieron la prohibición judicial de residir en Mallorca por numerosos hurtos en Magaluf se quedan. Una jueza ha estimado el recurso del abogado de los jóvenes y ha revocado la orden de expulsión. La magistrada Martina Mora, sin embargo, prohíbe a los sospechosos que se acerquen a menos de 200 metros de cualquier playa de la Isla. La fiscal pidió que solo se les negara el acceso a la de Magaluf, que es donde supuestamente cometieron los hurtos.

«La medida cautelar acordada tiene el sentido de evitar que los investigados se limiten a trasladar su actividad delictiva de una playa o zona costera a otra de la Isla y, con ello, garantiza mucho mejor la protección de las potenciales víctimas y la finalidad de evitar la reiteración delictiva», indica la jueza en su resolución.

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Los jóvenes, según el atestado de la Guardia Civil de Calvià, depuraron la técnica que utilizan para despistar a los bañistas y apoderarse de sus pertenencias de valor. El letrado de los dos mallorquines, Miguel Ángel Ordinas, recurrirá la decisión. El pasado 27 de julio, un juez ordenó la expulsión de la Isla de los dos jóvenes y un africano por sus numerosos hurtos en la playa de Magaluf. Los tres investigados tienen antecedentes penales por delitos contra el patrimonio cometidos con fuerza o violencia. Uno de ellos cuenta con una condena por homicidio en el año 2014.

Un guardia civil que se encontraba fuera de servicio interceptó a los mallorquines durante la celebración del Much, en Sineu, y quedaron detenidos. Ahora se enfrentan a una multa de 5.400 euros cada uno por un presunto delito de quebrantamiento de medida cautelar.