Estado en el que quedó la cristalera tras el ataque. | Julio Bastida

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Ataque a martillazos a las cristaleras de una oficina de Cáritas en Palma. Hace unos días, el cristal blindado de uno de los puntos de atención de ayuda a las personas necesitadas y familias con riesgo de exclusión del Bisbat de Mallorca, sufrió daños de consideración al ser golpeada con un martillo.

Las oficinas están ubicadas en la calle Margalida Caimari número 12 y están ubicadas en dependencias de la parroquia de San Alonso Rodríguez. Se trata de un centro que los viernes cada 15 días, atienden y ayudan a familias sin ingresos a pagar las facturas de la luz, comida, trabajo y ofrecen una completa asistencia a personas necesitadas o en claro riesgo de exclusión.

«Pensamos que se trata de una persona que buscaba dinero. Comenzó a dar golpes con un martillo, pero al tratarse de un cristal blindado no pudieron acceder aunque los daños son importantes», apunta Simón Garau, rector de la parroquia.

«En alguna ocasión hemos tenido algún problema con personas que han lanzada bolsas de basura contra la iglesia o han quemado los contenedores que están ubicados en la esquina de la calle Margalida Caimari con Miquel Marquès, pero es la primera vez que atentan contra una oficina de Cáritas. Es muy extraño», concluye el párroco.

Nada más tener constancia de lo sucedido fueron muchos los vecinos de la barriada que mostraron su preocupación e indignación. «El trabajo que hace Cáritas con los pobres es espectacular y digno de mención. Son verdaderos ángeles y enviados de Dios. Espero que la Policía Nacional haga su trabajo y consiga detener al causante de este ataque», comentaba María Luisa, vecina del lugar. En la misma línea se mostraban algunos clientes de los bares próximos. «Debe tratarse de algún perturbado o indigente enfadado, porque atacar a las personas que ayudan a la gente es de juzgado de guardia», concluyen.