Dos agentes de la Guardia Civil en el piso que acabó calcinado el miércoles. | Juan P. Martínez

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La calle Gran i General Consell de el Arenal seguía recibiendo jueves, 24 horas después del pavoroso incendio que acabó con una mujer herida de gravedad y otros 14 afectados, el tránsito de decenas de curiosos. Vecinos de la zona se mezclaban con turistas hospedados en el hotel Kilimanjaro, que se encuentra justo enfrente de donde ocurrió el suceso la mañana del miércoles. Unos y otros con sus móviles en alto inmortalizando una terraza teñida completamente de negro. Evidenciando el destructor paso de las llamas.

Para tratar de esclarecer el origen del fuego, dos agentes especialistas en incendios del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil se desplazaron a primera hora de la mañana al lugar. Durante varias horas estuvieron inspeccionado a conciencia la vivienda para determinar qué pudo motivar el incendio.

Las primeras hipótesis apuntan a que las llamas pudieron originarse en un sofá situado en el salón. A pesar del estado de la estancia, los investigadores pudieron observar la gran cantidad de enseres que había y que podrían haber actuado como acelerantes del fuego. La Benemérita también trata de aclarar qué fue lo que produjo tres explosiones poco después de declararse el incendio. Todos los testigos coinciden en afirmar que oyeron varios estruendos.

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El día después

Los vecinos del edificio afectado, este jueves, aún no podían creerse lo vivido horas antes. Uno de ellos, Mohammed, de origen marroquí y que vivía en el quinto piso, recordaba el suceso. «Vimos un poco de humo y salimos como pudimos. A mis hijos los sacamos por la terraza al tejado del edificio de al lado», recuerda.

Otro residente, José Antonio, explicaba que al percatarse del humo pensó que su hijo se había dejado encendido algo la noche anterior. Afortunadamente para ellos el fuego no procedía de su vivienda, sino de la vecina del primero.