«Los hechos probados revelan una conducta de extraordinaria gravedad. El denunciado, con su conducción alcohólica, temeraria e irresponsable, acabó con la vida de una persona y dejó gravemente herida a otra, lo que justifica el mayor reproche penal que permite la Ley», indicó el juez en el fallo.
El tribunal considera probado que Achraf E. conducía una furgoneta Fiat Ducato sobre las 05.15 horas del 29 de enero. El joven iba bebido y a más de 80 km/h por la calle Francesc Suau. Se saltó dos semáforos en rojo y en la intersección con la calle Francesc Fiol i Joan, junto a s’Escorxador, embistió a un Renault Megane que circulaba con preferencia.
El conductor del coche que recibió el impacto, César Enrique Delgado, colombiano de 37 años, falleció en el acto. Su acompañante, una joven de 30 y del mismo origen, sufrió graves heridas. Las cámaras de la cafetería Fornaris registraron la colisión y las imágenes se reprodujeron muchas veces en el juicio.
La abogada del acusado recurrió la sentencia alegando que hubo un error en la valoración de la prueba y que la pena era desproporcionada. Según la letrada, que el joven se saltara los semáforos en rojo «no influyó en la producción del siniestro». El tribunal no comparte ese razonamiento. Las juezas sostienen que el hecho de saltarse dos semáforos en rojo a una velocidad superior a la permitida condiciona «absolutamente» el resultado del accidente. Achraf E. «muestra una actitud no solo negligente, sino despreocupada sobre la conducta que estaba llevando a cabo».
