Mónica Gracia, secretaria general de SUP, en su visita en Palma. | Redacción Sucesos

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«El déficit de efectivos policiales en Baleares es muy preocupante y es más sangrante aún en las comisarías locales de Ciutadella y Manacor, con porcentajes de cobertura del catálogo de puestos de trabajo que están entre 7 y 4 puntos por debajo de la media». Así de clara y rotunda se muestra Mónica Gracia, secretaria general del SUP (Sindicato Unificado de Policía) en su visita a la capital balear.

¿Cuál es la situación general de la Policía Nacional en Baleares?
- La foto general es muy parecida a la del resto de España, en cuanto a problemas compartidos. Pero de entre todos los de carácter corporativo, hay uno, el déficit de efectivos, que afecta a toda la Jefatura Superior y es más sangrante aún en las Comisarías Locales de Ciutadella y Manacor, con porcentajes de cobertura del catálogo de puestos de trabajo que están 7 y 4 puntos, respectivamente, por debajo de la media del archipiélago. Nos preocupa la reducción de efectivos que arrastramos desde 2012 y que ha provocado que perdamos un 7,32% de policías nacionales. Eso no afecta a la calidad del trabajo policial, que tiene que ver con los excelentes profesionales que tenemos destinados aquí, pero sí a la potencia del despliegue preventivo y, en definitiva, a la precariedad con la que a veces se acude a intervenciones que requieren apoyo de más policías. Baleares está por debajo de la media nacional en cuanto al grado de cobertura del volumen potencial de agentes. Y eso hay que solucionarlo.

¿Hay alguna forma de solucionar ese déficit de personal?
- En el SUP creemos que sí. Primero, convocando suficientes plazas en los movimientos internos, en los Concursos. Esa medida, por sí sola, no es suficiente porque en el último proceso de este tipo, el de 2019, han quedado vacantes 81 plazas, de las que 79 corresponden a Comisarías Locales. Por tanto, hay un problema de fondo que tiene que ver con el elevado nivel de vida del archipiélago, que hace casi imposible que un policía nacional pueda llegar a final de mes con el mismo sueldo que un compañero de la Península. Quiero recordar que comprar una vivienda en Baleares cuesta un 60% más que ciudades como Oviedo o Alicante, por ejemplo. Y que en estas Islas se registran los mayores incrementos anuales del IPC todos los años, con porcentajes claramente superiores a la media nacional. Vivir en Baleares es muy caro y eso hace que los compañeros no pidan este destino.

¿Qué medidas propone el SUP para poner fin a ese problema económico de los policías nacionales, haciendo que Balears sea un destino atractivo?
- Nosotros venimos defendiendo desde hace tiempo que es necesaria una actuación en profundidad. En primer lugar, aumentando el complemento de territorialidad (145,50€) y el de residencia (68,31€) que se cobran y que son muy insuficientes, incluso por debajo, en el caso de la primera cantidad, de lo que se cobra por estar destinado en Madrid. Hay que aumentar ambas cifras y eso se puede hacer a través de las reglas complementarias del catálogo de puestos de trabajo si Interior muestra un compromiso real con esta Comunidad Autónoma. Además, es imprescindible repetir el pago de la productividad que se inyectó en 2018 en las nóminas de los policías nacionales destinados en Ibiza, en donde el problema de la vivienda es ya gravísimo. Sabemos que Hacienda dispone de la partida, pero reclamamos que la libere ya y que se cobren los atrasos desde enero. Finalmente, creemos que la bolsa de dinero de Acción Social de la Policía Nacional debe aumentar para potenciar, entre otras, estas ayudas.

En referencia a Ibiza. ¿Cómo valora el acuerdo alcanzado en febrero por la Secretaria de Estado de Seguridad y el Govern para construir viviendas para policías?
- Nos parece claramente insuficiente. Se trata de un protocolo de intenciones. Es decir, cero compromisos efectivos. Muestra las intenciones de ambas administraciones, cosa que valoramos, pero no compromete un solo euro a ese objetivo, más allá de decir que se utilizará una parcela junto a la comisaría local para edificar viviendas destinadas a policías nacionales y a protección oficial. No sabemos plazos, no hay presupuesto, desconocemos la dimensión del proyecto y a cuántos compañeros beneficiaría. Sí que pedimos dos cosas: que se concrete, hoy mejor que mañana, el dinero y plazos del proyecto; y que las viviendas se destinen sólo a policías nacionales.

En este mismo ámbito de los salarios, ¿cómo se está cumpliendo el acuerdo de equiparación salarial que firmaron ustedes el año pasado con Interior?
- De momento ya se están cobrando dos de los tres aumentos salariales, los de 2018 y 2019, que han supuesto un incremento de las nóminas de unos 380 euros mensuales brutos. Se están cumpliendo plazos y cantidades anunciadas en su momento. Queda la de 2020, que elevará esa cifra hasta los 561 euros mensuales más. Es la mayor subida salarial de la historia de la Policía Nacional, envidiada por muchos otros colectivos de funcionarios. Se va a completar en tres años y, además, gracias al acuerdo que firmamos, habrá un estudio que revise esas cifras, para ver si es necesario invertir más dinero, y se aprobará una Ley que impida futuras desigualdades salariales con Cuerpos policiales autonómicos. Todos los que criticaron desde la barrera esa firma se están beneficiando de un aumento salarial incuestionable. El avance en derechos profesionales se basa en mejoras. Mientras algunos se dedican a intoxicar con mentiras, en el SUP trabajamos con hechos.

Cerrado ese acuerdo, ¿se puede avanzar aún más o se han agotado las posibilidades de mejora en las nóminas de los policías nacionales?
- Se puede y se debe seguir avanzando. En el SUP tenemos claro que la equiparación es un paso más dentro de un reto más amplio. Queremos reclasificar a los policías nacionales de la Escala Básica para que su Grupo funcionarial pase del actual C1 al B, con la mejora en nómina que eso supondría. También queremos revisar al alza las cantidades cobradas por territorialidad y las dietas para alojamiento que, en el caso de Baleares, por ejemplo, deben aumentar de manera sensible. Apostamos por revisiones del catálogo de puestos de trabajo para incrementar los complementos específicos singulares y los niveles de complemento de destino. En resumen, creemos que la equiparación no es ni el inicio ni el final de nuestra apuesta por dignificar los sueldos de los compañeros. Y todo ello, claro está, sin abandonar otras prioridades sindicales.

Sobre esas otras prioridades que cita, ¿cuáles serían las más significativas?
- Una de ellas, y la uno con el déficit de efectivos al que me refería en otra respuesta, es la necesidad de modificar la jornada laboral para que los servicios que se prestan las veinticuatro horas del día se hagan bajo la modalidad del sexto turno. Siempre hemos defendido esa cadencia como la que permite compatibilizar la vida laboral y la personal y, al mismo tiempo, la que impide una desconexión del trabajo y de los propios compañeros. Hay que alcanzar ese reto y, además, acompañarlo de un aumento de la cantidad que se cobra por el trabajo a turnos, yendo más allá de los 120 euros mensuales actuales. También estamos centrando una parte de nuestro trabajo sindical en conseguir que la DGP construya una malla curricular para que los ascensos de los compañeros lleguen con las convalidaciones adecuadas y no se trunquen carreras profesionales. En el caso de los Subinspectores, por ejemplo, con una distribución de los cursos de complementos formativos más racional y extensa. Que nadie que quiera ascender se quede por el camino por no existir una oferta formativa oficial suficiente. Finalmente, luchamos para que todos los Subinspectores -en esta Jefatura Superior hay 144 plazas que se verían afectadas- tengan un nivel de complemento de destino 24 (superior en dos puntos al actual) y por que los Inspectores Investigadores cobren lo mismo que un Jefe de Grupo operativo.

¿Tenemos problemas graves de criminalidad en Baleares?
- Hablar de criminalidad en Baleares es complejo. Su tasa de delitos es muy superior a la media nacional pero eso tiene que ver con el volumen de turistas que llegan (sólo en Mallorca, casi 12 millones) y la prolongación de la temporada de vacaciones, de abril a noviembre. Por eso es necesario reforzar la plantilla, que ahora se queda sin los 70 policías en prácticas y que en febrero ya perdió a los Inspectores en esa misma situación. Hay servicios, como el del aeropuerto, que son críticos. 29 millones de pasajeros en 2018 y una previsión de aumento de un 10% en 2019 con una concentración del 85% de los turistas en sólo seis meses. Necesitamos más policías allí para que los que ya están destinados no sufran las consecuencias de esa sobrecarga. En cuanto a criminalidad más organizada, Baleares no presenta datos alarmantes ni por encima de la media nacional.

En materia de inversiones, otro capítulo que suele provocar quejas sindicales, ¿cuál es la situación de la Policía Nacional aquí?
- Insuficiente, sin paliativos. En 2019 hay alguna partida testimonial para mejoras en la Jefatura Superior y la Comisaría Local de Ibiza, pero hablamos de cifras que no superan los 226.000 euros en total. Interior no maneja proyecto alguno de mejora de instalaciones a corto o medio plazo y las últimas actuaciones importantes fueron la construcción de las Comisarías Locales de Manacor y Ciutadella, acabadas en 2005. En catorce años no ha habido más inversión y el poco dinero que se dedica a nuestras instalaciones sale de los presupuestos de la DGP. El Gobierno tiene que dejar claro su compromiso con Balears. Y ahí los presupuestos dejan a cada uno en su sitio.