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La Policía Nacional ha detenido a cinco miembros de un grupo criminal con numerosos antecedentes por su vinculación con el incendio de los juzgados de Ibiza para destruir expedientes de procesos en su contra y por quemar, tras una discusión por drogas, un edificio okupado de es Viver y causar la muerte de una mujer.

El jefe regional de Operaciones de la Policía, José Luis Santafé, el comisario de Ibiza, José Manuel Hernández Núñez, y el jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la isla, Fernando García Crespo, han explicado en rueda de prensa los detalles de la Operación Themis, llevada a cabo por un grupo de agentes formado específicamente para aclarar este caso.

Dos de los detenidos están acusados de ser los autores materiales de los incendios de los juzgados de Ibiza y del edificio de es Viver y se les imputan delitos de homicidio, lesiones, incendio y pertenencia a grupo criminal, y desde ayer se encuentran en prisión sin fianza.

Del resto de los detenidos, uno llevaba tres años fugado de la justicia con una pena pendiente de 16 años de cárcel por secuestro y extorsión, y otros dos están en libertad con cargos. Además, está investigada una sexta persona. Todos forman parte de un grupo criminal asentado en la isla, y aunque todos se beneficiaban del incendio de los juzgados, solo dos están relacionados con la autoría de los fuegos.

En el transcurso de la investigación, los agentes descubrieron que «varias veces» los integrantes del grupo criminal querían atentar los propios investigadores, a quienes identificaban «con nombre, caras y personas», y que de hecho «se alegraban cuando establecían el domicilio de algún agente de la investigación», ha detallado el jefe de la UDEV de la isla, Fernando García Crespo.

«Cuando se produjo el incendio de los juzgados nos pareció que no había ningún límite, que ya valía cualquier cosa», ha dicho Crespo, que ha insistido en que el móvil para quemar la sede judicial era «ocultar pruebas» y dilatar los procesos judiciales con el fin de «ocultar su actividad delictiva».

Crespo también ha señalado que «en ningún momento de la investigación hubo ningún detalle que pudiera indicar que se podía producir el segundo incendio» en el edificio okupa de es Viver.

Según ha señalado, hay «policías que están consternados con lo que ha pasado en el incendio de es Viver», pero en la investigación «queda acreditado que fue un hecho puntual y casual».

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«Ha quedado acreditado que a raíz de una discusión deciden prenderle fuego. Son consumidores (de drogas), fueron a consumir y tuvieron una discusión sin sentido, y como han pasado todos los límites, incendiaron el edificio», ha añadido Crespo.

También ha detallado que es un grupo que toma muchas precauciones y que ese día no las tomaron porque «no fue premeditado». Los dos acusados como autores materiales de los incendios estaban «en tiempo y lugar» en el edificio de es Viver.

Diferente fue el caso del incendio de los juzgados, que fue «un hecho muy preparado» y donde se encontraron «acelerantes, una vía de entrada y forzamientos», ha indicado el policía.

En cuanto al fallecimiento de la mujer en el edificio de es Viver, para el comisario de Ibiza, Manuel Hernández, «ha quedado acreditado que la puerta estaba cerrada con un par de llaves» y con un candado, y que la mujer se había quedado dentro, algo que hacía con frecuencia “cuando se iba la pareja”.

Por su parte, Santafé ha matizado que, aunque esa es la «teoría más plausible, no se puede determinar que estaba cerrado», ya que las pruebas se basan «en un candado y la declaración de otras personas».

A los integrantes del grupo criminal se les atribuyen hasta 32 hechos delictivos de 2015, la mayoría robos por butrón, dos «alunizajes» en bancos el pasado verano y un robo con fuerza en un casa de juegos, entre otros.

Precisamente, según han confirmado los responsables policiales, las iniciales de uno los detenidos como autor de los incendios coincide con uno de los hermanos Cazorla, con numerosos antecedentes delictivos, implicado en los robos a diferentes cafeterías Capuccino de Palma en 2015.

«La intensidad delictiva es permanente, es diaria. Estas personas están continuamente en una espiral delictiva, no hablan de otra cosa, no piensan en otra cosa», ha añadido Santafé.
Los acusados de provocar los incendios son «especialistas en fuego» ya que «han trabajado en una empresa de extinción de incendios, de un familiar durante muchísimos años», ha añadido el jefe de la UDEF.