Imagen de Natalia Sánchez.

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Desorientada y deambulando por una calle de París. De esta forma el día 4 fue hallada por la policía la estudiante mallorquina Natalia Sánchez Uribe, que llevaba una semana desaparecida en esa capital francesa. Iba indocumentada y fue ingresada en un hospital psiquiátrico. Este miércoles su padre la reconoció.

Sobre las tres menos cuarto de la tarde de este pasado miércoles llegaban las primeras informaciones que apuntaban a un final feliz en el caso de la desaparición de Natalia, la joven de Palmanova de 22 años.

A continuación trascendió que había sido un coche patrulla el que había reparado en la mallorquina y que estaba aturdida y parecía ausente. Aunque en realidad, el hallazgo se produjo el sábado día 4.

En Francia no figuró como desaparecida hasta que la Fiscalía abrió diligencias este pasado martes. Hasta entonces, la prensa francesa tampoco se había hecho eco de la noticia.

Un cúmulo de despropósitos que alargaron la incertidumbre de la familia de Natalia.

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Traslado al hospital

Los funcionarios comprobaron que no llevaba documentación y decidieron trasladarla a un hospital, en concreto al Henri Ey, en el número 15 de la Avenue de la Porte de Choisy. Allí, fue sometida a un chequeo médico para aclarar por qué se encontraba en ese estado y finalmente este miércoles contactaron con el padre de Natalia, para que la reconociera.

El progenitor, natural de Granada pero que hace muchos años que reside en Palmanova, acudió al centro y confirmó, muy emocionado, que se trataba de su hija. La estudiante mallorquina de Erasmus desapareció el día primero de mayo cuando estaba realizando el traslado de sus maletas de su antiguo piso a otro, que iba a compartir con una amiga.

Durante la semana que ha durado su desaparición, la policía, en colaboración con un teniente coronel de la Guardia Civil, realizó ímprobas gestiones y tomó declaraciones a los amigos de Natalia. También interrogó a su casero, un italiano de 42 años llamado Ángelo Pavia, que aseguró que el 3 de mayo se topó en el piso con dos amigos de Natalia, un joven italiano y una chica catalana: «No me gustaron». Antes, el día de su desaparición, había encontrado la casa con objetos personales por el suelo y pan y jamón a medio comer.

El hospital Henry Ey se encuentra cerca de la universidad a la que acudía Natalia y donde se encontró su mochila con su teléfono y su ordenador. Javier Uribe, tío de la estudiante, declaró este jueves que están «súper contentos» de haber podido encontrar viva a la joven. La madre de Natalia explicó que la chica se encuentra «bien» y pidió calma a los medios.