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La catedral de Notre Dame de París, uno de los monumentos más destacados de la capital francesa, ha sufrido este lunes un gravísimo incendio, que ha derribado su torre más emblemática y parte del techo.

El Gobierno francés cree que la estructura de la catedral de Notre Dame de París «puede haberse salvado», debido al enfriamiento registrado ya bien entrada la noche, aunque invitó a «seguir siendo prudentes».

El secretario de Estado francés del Interior, Laurent Nunez, declaró a los periodistas que «el fuego ha bajado en intensidad» gracias a la labor de los bomberos, por lo que ha entrado «en fase de enfriamiento».

Para que se confirme esta nueva fase habrá que esperar «unas tres o cuatro horas», lo que nos traslada hasta la madrugada de este martes y las primeras horas del día. Así, con los elementos de los que las autoridades disponen a última hora del lunes, se puede «pensar que la estructura se ha salvado, principalmente la de la torre norte», que era la que más preocupaba.

Labores de extinción

Tras declararse como «mucho más optimista que hace unos momentos», Nunez rechazó las críticas propagadas por las redes sociales por la no utilización de helicópteros o aviones para sofocar el fuego.

«El lanzamiento de agua desde el aire habría sido extremadamente peligroso, frente a lo dicho en redes sociales», aseguró el alto cargo, en aparente alusión a un «tuit» del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el que se preguntó por qué no se estaban empleando aviones cisterna en las labores de extinción.

El jefe del dispositivo de bomberos que trata de apagar el fuego, Jean-Claude Gallet, explicó que hay al menos un herido grave entre los miembros de su equipo.

«Vamos a necesitar varias horas para que la estructura se enfríe y se evite el derrumbe, pero podemos decir que la estructura se ha salvado», señaló Gallet, quien explicó que dos terceras partes del tejado se han visto dañadas por las llamas.

Al mismo tiempo, el bombero relató que están tratando de poner a salvo el mayor número de obras de arte de la catedral, aunque resulta muy complicado por el humo y por que no dejan de desprenderse fragmentos desde la cubierta.

En las labores de extinción del incendio, que se declaró poco antes de las 19.00 hora local (17.00 GMT), después del cierre del monumento al público, participan 400 bomberos y hay 18 cañones de agua y medios aéreos y acuáticos desde el cercano río Sena.

El presidente francés, Emmanuel Macron, acudió a los alrededores de Notre Dame de París para seguir el trabajo de los bomberos acompañado por el primer ministro, Édouard Philippe.

Otros miembros de su Gobierno, entre ellos la ministra de Defensa, Florence Parly, el titular de Cultura, Franck Riester, y el secretario de Estado de Interior, se trasladaron igualmente al puesto de mando desde donde se supervisan las operaciones.

Antes de desplazarse hasta la catedral, el jefe del Estado había decidido aplazar un discurso de gran importancia que debía retransmitirse por televisión a las 20.00 hora local (18.00 GMT) y en el que se esperaba el anuncio de medidas para intentar cerrar la crisis de los «chalecos amarillos» abierta hace cinco meses.

Primeros instantes

Nada más declararse el incendio la policía acordonó la zona y desalojó a los numerosos turistas que se encontraban dentro de la catedral. Las autoridades locales, los vecinos y los visitantes a uno de los centros de mayor interés de París empezaron a hablar pronto de desastre, dada la espectacularidad de las imágenes que se producían ante sus ojos.

Kaissia Rouan, que se encontraba en el parque adyacente al templo, aseguró que «cuando llegaron los bomberos ya había muchas llamas que salían del tejado» de la catedral.

Incendio en la catedral de Notre Dame de París

«Hemos visto mucho humo, pensábamos que era por las obras que están haciendo. Cada vez había más, nos hemos ido a la parte delantera y nos han desalojado para evitar que nos afectara el humo. Hemos visto las llamas salir de la catedral. Es muy triste», aseguró la turista visiblemente afectada.

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Desde un principio se apuntó que el incendio podía estar ligado a las obras que se están efectuando en el tejado de la catedral. La aguja del templo, que estaba rodeada de un andamiaje por las obras, se envolvió de llamas, que se extendieron por parte del tejado, y poco después colapsó.

El presidente Macron compartió con todos muy pronto su preocupación por los hechos acaecidos en la catedral parisina. «Como todos nuestros compatriotas, estoy triste esta noche por ver que esta parte de nosotros arde», escribió en Twitter.

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, también mandó un mensaje a través de la red social: «Un terrible incendio está en marcha en la catedral de Notre Dame de París. Los bomberos están tratando de contener las llamas. Estamos movilizados en el lugar. Invito a la gente a respetar el perímetro de seguridad».

La Casa Real, por su parte, trasladó este lunes su solidaridad con el pueblo francés tras el devastador incendio registrado en la Catedral de Notre Dame de París y se mostró convencida de que será capaz de hacerla resurgir de sus cenizas.

«El pueblo francés la reconstruirá, la levantará sin duda de nuevo. Y estaremos ahí, el mundo entero está y estará con Francia. La catedral de Notre Dame resurgirá de sus cenizas», ha escrito en un mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter.


El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también ha mostrado su «preocupación» por el incendio en la catedral de Notre Dame. Así como la presidenta del Govern, Francina Armengol y otros políticos como Albert Rivera, Pablo Iglesias y Pablo Casado.

Otra de las personalidades políticas que ha lamentado lo ocurrido ha sido Donald Trump, con una publicación no exenta de polémica: «Horrible ver el fuego masivo en la catedral de Notre Dame en París. Quizá se podría lanzar agua desde aviones para apagarlo. ¡Hay que actuar rápidamente!».